Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrollaron una estrategia de vacunación inhalable que puede crear un ejército de células T y ofrecer una respuesta más rápida a los invasores virales. Muchos virus infectan directamente a través de las superficies mucosas como el revestimiento de las vías respiratorias.
Según Darrell Irvine, autor principal del estudio y profesor de Ingeniería Biológica e Ingeniería de Materiales, demostró junto con su equipo que podían incluir una fuerte respuesta de células T en la memoria de los pulmones de ratones. Con ello, se pudo desarrollar una vacuna modificada para unirse a una proteína naturalmente en la superficie mucosa. “Esto puede ayudar a transportar la vacuna por medio de barreras mucosas, principalmente en el revestimiento de los pulmones“, explicó Irvine.
Para Darrel Irvine, las células T pueden ser útiles a fin de ayudar al medicamento a traspasar la barrera mucosa, además de proteger contra patógenos que infectan los pulmones. Este tipo de vacunas inhaladas también podrían utilizarse para tratar la metástasis del cáncer en los pulmones o incluso prevenir el desarrollo del cáncer desde las primeras fases.
El grupo de investigadores afirmó, la mayoría de las infecciones virales se reproducen a través de las superficies mucosas. Entre ellas, las vías respiratorias y pulmones, por lo tanto, las vacunas musculares no son una solución tan efectiva. Sin embargo, hay un principio general: si una vacuna ataca directamente una superficie mucosa tiende a obtener una mayor protección. “Desafortunadamente todavía no tenemos grandes tecnologías para el montaje de respuestas inmunes que protegen específicamente esas superficies mucosas“, detalla Irvine.
Los estudios también están buscando la posibilidad de desarrollar vacunas para evitar la formación de tumores en órganos específicos, apuntando a antígenos ubicados comúnmente en las células tumorales. Asimismo, se está llevando a cabo un estudio en paralelo para probar la vacuna contra el cáncer, los investigadores también demostraron que la vacuna podría ayudar a reducir los tumores pulmonares existentes.
Por ahora, solo existe una vacuna nasal aprobada para la gripe, y una vacuna oral para la fiebre ocasionada por la tifoidea, pero ambas vacunas consisten en virus vivos y atenuados. El grupo de investigadores del MIT encabezados por Irvine están buscando una alternativa a desarrollar, una vacuna inhalable con una mejor respuesta que cualquier otra vacuna suministrada muscularmente. Ello podría hacer posible una vacuna eficaz, fácil de fabricar con el objetivo de ayudar al cuerpo a defenderse de cualquier infección de una manera más efectiva.
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