Por Jesús Zambrano Grijalva
Presidente del Partido de la Revolución Democrática
A finales de noviembre del año pasado el presidente López Obrador, exhibiendo su preocupación por la alianza “Va por México”, invitó a la ciudadanía a reflexionar su voto para mantener su proyecto de la 4T, violando claramente los artículos 41 y 134 constitucionales el 470 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, por lo que el PRD procedió a presentar una denuncia ante la autoridad electoral.
El pasado 4 de diciembre la Comisión de Quejas del INE resolvió que sus declaraciones incluyeron elementos e información de índole electoral, afectando la equidad de cara a los comicios federales y locales de 2021, por lo que dictó medidas precautorias para que el presidente López Obrador se abstuviera de realizar expresiones que resultaran ilegales al constituir actos de intromisión electoral y de proselitismo a favor de su partido, Morena, y en contra de las fuerzas políticas opositoras a su gobierno.
Sin embargo, el 14 de diciembre, tras un recurso interpuesto por la Consejería Jurídica de la Presidencia, la decisión del INE fue revocada por el Tribunal Electoral, el cual sorpresivamente argumentó que las medidas precautorias “no pueden ser dictadas sobre situaciones que aún no acontecen”, determinando únicamente que el Ejecutivo y su gabinete deben respetar y hacer valer “el principio de neutralidad y las normas previstas en el artículo 134 para la no intervención de servidores públicos en el proceso electoral.”
No obstante, el presidente López Obrador, volvió a violentar la neutralidad electoral. En esta ocasión fue el 23 de diciembre, durante las llamadas mañaneras, cuando a pregunta expresa de uno de los reporteros, volvió a criticar a la alianza “Va por México”. De nueva cuenta, el PRD presentó una queja contra esa descarada intervención del presidente en el proceso electoral. El 30 de diciembre, la Comisión de Quejas del INE aprobó emitir una medida cautelar en su dimensión inhibitoria contra el titular del Ejecutivo Federal.
Derivado de esa queja, la autoridad electoral pidió a la Presidencia de la República que diera a conocer si el periodista antes mencionado había recibido algún pago del gobierno. En respuesta a lo anterior, el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez, rechazó que se pague a reporteros por hacer preguntas a modo en las llamadas “mañaneras”. Sin embargo, de acuerdo con información disponible en la Plataforma Nacional de Transparencia, el periodista en cuestión sí tiene un contrato por honorarios en el gobierno federal. Tan solo demuestra que las mañaneras no son un ejercicio de rendición de cuentas sino una herramienta electoral del presidente.
Ante la constante intervención del presidente López Obrador en el proceso electoral, sobre todo en las mañaneras, el INE convocó a una sesión extraordinaria del Consejo General el pasado 15 de enero, en el que definió los alcances de la medida cautelar en su dimensión inhibitoria para salvaguardar los principios electorales de imparcialidad, neutralidad, equidad y libertad.
Derivado de esta resolución y de la insistencia que el PRD ha puesto en el asunto, el presidente López Obrador no podrá, durante todo el periodo electoral, manifestar públicamente posicionamientos o valoraciones favorables o adversos a cualquier actor político-electoral, ya sea en lo federal o en lo local, ya sea de su partido o de la oposición. Y así, el tapabocas que no se ha querido poner durante toda la pandemia se lo tendrá que poner durante el periodo electoral.
Como era de esperarse, la Consejería Jurídica de la Presidencia ha impugnado de nueva cuenta la resolución del INE ante el Tribunal Electoral. Veremos sí los magistrados le dan la razón a la ley y no al presidente.
Artículo publicado en el Diario del Yaqui del 21 de enero de 2021