Investigadores encontraron que existe un vínculo entre los días extremadamente calurosos y extremadamente fríos con las muertes cardiovasculares. Según un estudio publicado en la revista Circulation, en las últimas cuatro décadas hubo más decesos cardiovasculares en los días con las temperaturas más altas o más bajas. En particular, entre todos los tipos de enfermedades del corazón, las personas con insuficiencia cardíaca experimentaron la mayor cantidad de fallecimientos adicionales cuando las temperaturas fueron extremas.
Desde la década de 1960 disminuyeron las tasas de mortalidad cardiovascular, al identificarse los distintos factores de riesgos para el corazón, como el tabaquismo y la presión alta, entre otros. Pese a este importante avance, la Organización Mundial de la Salud aún considera a las enfermedades cardiovasculares como la principal causa de muerte en el mundo. Además, según un comunicado de la Asociación Estadounidense del Corazón, actualmente existe el desafío medioambiental y las consecuencias que el cambio climático podría tener en las enfermedades del corazón.
Por la asociación del cambio climático con los cambios sustanciales en las temperaturas extremas de frío y calor, los investigadores analizaron las muertes cardiovasculares ocurridas en el 2.5 por ciento de los días más calurosos y más fríos. Su análisis incluyó datos de más de 32 millones de decesos cardiovasculares, entre 1979 y 2019, de 567 ciudades, en 27 países de cinco continentes.
De esta forma encontraron que, por cada mil fallecimientos cardiovasculares, los días de calor extremo representaron 2.2 muertes adicionales, en comparación con los días con temperaturas óptimas. Similarmente, los días de frío extremo representaron 9.1 decesos adicionales y el mayor número de fallecimientos adicionales, en ambos casos, se dieron entre personas con insuficiencia cardíaca. En específico, identificaron 2.6 muertes adicionales en días de calor extremo y 12.8 en días de frío extremo.
Aunque los autores reconocen no haber establecido la razón de este vínculo entre temperatura y corazón, mencionan que podría explicarse por la naturaleza progresiva de la insuficiencia cardíaca como enfermedad. Ésta, detallan, hace a los pacientes susceptibles a los efectos de la temperatura y sugieren la necesidad de crear sistemas de advertencia específicos y consejos para personas vulnerables del corazón.
Lo anterior para prevenir decesos cardiovasculares durante temperaturas extremas, sobre todo en un contexto donde los eventos climáticos extremos se vuelven cada vez más frecuentes. Esto lo ha explicado el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), quien advierte que el mundo experimenta una disrupción peligrosa y generalizada en la naturaleza a causa del cambio climático. De esta forma, se contabilizan más de tres mil millones de personas viviendo en entornos particularmente vulnerables al cambio climático.
Alrededor del mundo, las enfermedades del corazón son un problema de salud de gran importancia, por ser la principal causa de muertes. De esta forma, la información de este estudio, que vincula los días de extremo calor o frío con un número mayor de defunciones cardiovasculares, es importante investigar más a fondo el fenómeno. También el tomar medidas preventivas, ante un panorama de eventos climático extremos cada vez más frecuentes.
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