Durante la reunión anual del alto nivel de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 22 de septiembre, Antonio Guterres, secretario general, advirtió que el mundo está viviendo una crisis de salud de “importancia histórica”, una mayor caída económica y pérdida de empleos desde la Gran Depresión, así como violaciones y amenazas a los derechos humanos y temores de una nueva guerra fría entre Estados Unidos y China. Bajo este contexto, los discursos de los mandatarios de estos gigantes, Donald Trump y Xi Jinping, respectivamente, han avivado las tensiones entre estas naciones.
En su discurso de siete minutos, el mandatario estadounidense acusó a China de divulgar “falsedades” respeto a la propagación del coronavirus y llamó a Naciones Unidas a tomar acciones en contra del gigante asiático, “la ONU debe hacer a China rendir cuenta por sus acciones”, dijo. Según Trump, Pekín ocultó datos esenciales desde el primer momento de la pandemia, “en los primeros días del virus, China impidió los viajes internos, mientras permitía que los vuelos saliesen de China para infectar el mundo“, denunció.
De igual manera, reafirmó su decisión de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS) argumentando que “está controlada por China”. El presidente estadounidense aseguró, tanto el gobierno de China como la OMS “declararon falsamente que no había evidencia de transmisión de persona a persona”.
Bajo la misma línea, Trump defendió su posición de abandonar el Acuerdo de París, al considerarlo “imparcial” y mencionó, lamenta que se “castigue” a Estados Unidos en materia medioambiental mientras “se ignora la contaminación rampante de China”.
Por su parte, China acusó a Estados Unidos de “diseminar un virus político” en la ONU. Zhang Jun, embajador de China ante el organismo indicó a medios, “cuando la comunidad internacional está peleando realmente duro contra la Covid-19, Estados Unidos está diseminando un virus político en la Asamblea General”, argumentando que este comportamiento es “incompatible” con los objetivos generales de la Asamblea.
Xi Jinping, en su mensaje pregrabado para la ONU aseguró, su país no tiene intensión de mantener ningún tipo de guerra “ni fría ni caliente”. En su discurso, el mandatario chino no mencionó directamente a Estados Unidos o a su homólogo, pero dirigió su mensaje a hablar sobre el liderazgo internacional.
“No debería estar permitido que se haga lo que uno quiera y actuar como el jefe del mundo. Nadie debe estar sometido por aquellos que levantan el puño. No debe distorsionarse la política internacional o usarla de pretexto para deslegitimar los derechos e intereses de otros países”, aseguró el mandatario chino.
Ante las tensiones entre Estados Unidos y China durante la Asamblea General de la ONU, Guterres hizo un llamado a la comunidad internacional a evitar el populismo y nacionalismo en el combate contra la pandemia de Covid-19, los cuales, según el secretario general, empeoraron la situación de la crisis sanitaria y económica.
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