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domingo, octubre 27, 2024

REPARTIENDO CULPAS

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Por Benjamín Muñiz

Me gustaría decir que pocas veces una noticia nacional me genera enojo, desgraciadamente, eso sería mentir. Ver los despropósitos de este gobierno, su supuesta lucha anticorrupción sin tocar a los personajes cercanos al presidente (para los amigos, justicia y gracia; para los enemigos, la ley a secas), el uso de instituciones para acallar a los adversarios políticos (la UIF y la FGR son claros ejemplos de ello), el uso de la máxima tribuna del país para generar divisiones y el uso del poder para llevar a cabo venganzas personales. No, realmente escuchar noticias del actual gobierno normalmente me pone de muy mal humor, pero hoy es diferente, hoy es una mezcla de enojo, frustración, decepción.

No me cabe en la cabeza como, durante un incendio, en donde se encontraban, cuando menos 3 funcionarios del Instituto Nacional de Migración, fallecieron 38 migrantes encerrados tras candados. Ojo, originalmente dijeron que habían fallecido 40, ahora lo bajan a 38, me queda la duda, ¿qué pasó con ese diferencial de 2 personas? Las matemáticas no me cuadran.

Veamos primero los datos duros y después analicemos qué está sucediendo: según datos del propio INM, fallecieron 38 migrantes y, al menos 29 heridos de gravedad. El número de decesos, muy probablemente, aumentará. Entre los fallecidos y heridos hay 28 guatemaltecos, 13 hondureños, 13 venezolanos, 12 salvadoreños, 1 colombiano y 1 ecuatoriano.

¿Qué es lo que me llama profundamente la atención? Muchas cosas, pero empecemos por la falta de empatía y de humanidad del señor que, a la sazón, resulta ser nuestro presidente. La conferencia de prensa de la mañana del martes 28 de marzo duró más de 2 horas; utilizó menos de tres minutos para pronunciarse respecto al incendio ocurrido en la Estancia Provisional de Ciudad Juárez. 38 muertos y 29 heridos de gravedad ocasionados por una franca negligencia gubernamental y solo tres minutos. ¡Inaudito! Y, ¿qué dijo en esos tres minutos? Que los migrantes son los responsables, que fueron ellos los que prendieron el fuego, es decir, lejos de buscar responsables, criminaliza a los detenidos y los culpa de su propia muerte. Como ha sucedido a lo largo de este gobierno, la culpa siempre es del de enfrente, no de las autoridades responsables.

En segundo lugar, había cuando menos, tres guardias en la Estancia, según se puede apreciar en un vídeo. Tres personas que, de manera voluntaria, tomaron la decisión de salir de la Estancia sin abrir el candado, dejando a las víctimas a la merced del fuego. Tomemos como cierto lo dicho por AMLO, si, a lo mejor los migrantes incendiaron las colchonetas; no sería la primera vez que, durante una protesta, se queme cualquier cosa que se tenga a la mano pero, ¿esto exime de responsabilidad a las autoridades? ¡Por supuesto que no! Ok, va, los migrantes iniciaron el incendio, ¿por qué los guardias no les permiten evacuar la Estancia? La responsabilidad recae en dichos guardias; sus manos están manchadas de sangre. Y al respecto me surge otra duda, ¿cómo es posible que los migrantes tengan en su poder, mientras están retenidos, insumos que pueden ocasionar un incendio? ¿Qué, acaso, no les hacen revisión para garantizar la seguridad? Otra negligencia.

¿Qué ya hay detenidos que fueron presentados ante la FGR, según el Canciller Ebrard? ¿Y de qué sirve? Están siendo presentados los eslabones más frágiles de esa cadena manchada por la corrupción. ¿Dónde esta el control que debió de haber ejercido el director del INM para garantizar la seguridad de sus centros de detención? ¿Acaso Francisco Garduño ya presentó su renuncia al cargo? ¿Se le estará citando a comparecer ante la FGR como probable responsable en virtud de la calidad de garante que, derivado de su puesto, tiene? Lo dudo, no va a renunciar y a fiscalía ni siquiera va a voltear a verlo. ¿Y los migrantes? ¡Ah, bueno! Migración va a cubrir los gastos funerarios. ¡Qué detalle! Coincido con los senadores Kenia López Rabadán y Emilio Álvarez-Icaza, Garduño debe renunciar ¡ya! Otra vez, en lugar de aceptar la culpa, la reparten a otras personas.

“Hay un acuerdo para que la cancillería se encargue de la política migratoria” dice nuestro flamante Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. Según él, aunque formalmente la Secretaría de Gobernación es la dependencia encargada de operar el sistema migratorio, existe un acuerdo al interior del gobierno para que sea la Secretaría de Relaciones Exteriores la que se encargue de ello. ¡Vaya sinsentido! Un acuerdo, que no sabemos si en verdad existe, ahora tiene mayor peso que el marco normativo que regula la Administración Pública Federal. La ley es clara (por más que el presidente diga a diestra y siniestra que no le salgamos con que la ley es la ley). El responsable es Adán Augusto, en su calidad de Secretario de Gobernación, no Marcelo Ebrard pero, nuevamente, los actores políticos son incapaces de aceptar sus responsabilidades y las intentan aventar al de enfrente pero, eso sí, ya dijo que él será presidente. ¡Dios nos libre!

Lo sucedido en la Estancia Provisional de Ciudad Juárez destapa una cloaca más. La podredumbre de este gobierno, la falta de empatía, la violación flagrante a la ley, el nulo resultado en responsabilidades de los servidores públicos cercanos a la fuente del poder, el desprecio por las instituciones. Desgraciadamente, y lo escribo con una terrible decepción, nada cambia. El control clientelar del electorado, el uso de las instituciones con fines, prácticamente, terroristas en contra de los adversarios, la apatía de la ciudadanía, nos tienen atados a una vorágine tan putrefacta que, desde mi óptica, pone en riesgo la existencia de un verdadero Estado de Derecho en nuestro país. Espero, de todo corazón, que pronto podamos retomar el control de nuestra Nación y despojemos del poder a quienes solo quieren utilizarlo para amazar fortunas y llevar a cabo venganzas personales.

Como mexicano, me duele profundamente lo que sucede en nuestro país. El incendio en Ciudad Juárez solo deja ver el poco interés que este gobierno tiene para con los seres humanos. No debemos olvidar que, a pesar de ser extranjeros las personas heridas y que perdieron la vida, por el simple hecho de entrar al territorio nacional, según mandato expreso del artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las autoridades gubernamentales tienen la obligación de salvaguardar sus derechos humanos.

Twitter: @Benjamin_Muniz

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