Desde la aparición de los teléfonos celulares es constante la pregunta de si estos dispositivos generan suficiente radiación para causar daños a la salud humana. Esta pregunta reapareció recientemente, cuando el 12 de septiembre de 2023, un organismo regulador del gobierno francés suspendió la venta del iPhone 12 de Apple, por sobrepasar el límite permitido de radiación. Por esto, NotiPress recopila a continuación la opinión que organismos y personas expertas tienen sobre las posibles afectaciones de los smartphones a la salud humana.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) y la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, también en inglés) son los organismos gubernamentales encargados de la regulación de smartphones y similares. Según la FDA, los teléfonos móviles emiten bajos niveles de radiación no ionizante cuando están en uso, también conocida como energía de radiofrecuencia (RF).
Sin embargo, sostienen que al día de hoy no hay evidencia consistente de un mayor riesgo de cáncer en humanos por contacto con la radiación no ionizante. Similarmente, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos asegura que la energía de la radiación no ionizante de un smartphone no alcanza para provocar cambios en el ADN.
De acuerdo con la FDA, el único efecto biológico consistentemente reconocido de la radiación de radiofrecuencia en humanos es el calentamiento. En este sentido, las normas que limitan la cantidad máxima de radiación en smartphones tienen como referencia la velocidad con la cual el cuerpo absorbe la energía de radiofrecuencia. Es decir, cuánto se calienta un tejido humano por la exposición a la energía de RF de un teléfono móvil, tableta, o cualquier otro dispositivo inalámbrico.
Pese a esto, voces como la de Joel Moskowitz, investigador de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de California (UC) en Berkeley, sostienen lo contrario. En una entrevista exclusiva con UC Berkeley, el investigador mencionó que las pautas de la FCC fueron diseñadas para evitar un calentamiento del tejido por la exposición a corto plazo a la radiación de radiofrecuencia. No obstante, dicha normativa no contempla los efectos de la exposición a largo plazo a niveles bajos de radiación de radiofrecuencia modulada o pulsada, proveniente de teléfonos celulares y otros dispositivos inalámbricos.
Asimismo, Moskowitz asegura que las investigaciones publicadas desde 1990 encuentran efectos biológicos y para la salud adversos debido a la exposición prolongada a la radiación de radiofrecuencia, incluido daño al ADN. El investigador incluso acusó a la FCC de estar casi en control total de la industria de telecomunicaciones y de haber dejado de financiar investigaciones de este tipo. Por otro lado, la FCC continúa sosteniendo la inocuidad de los smartphones y asegura: “Actualmente, no hay evidencia científica que establezca un vínculo causal entre el uso de dispositivos inalámbricos y el cáncer u otras enfermedades”.
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