Un nuevo estudio publicado en Technology in Society buscó descubrir los factores que rigen la respuesta de la Generación Z hacia la Inteligencia Artificial (IA) emocional. Por medio de un proceso llamado recopilación de datos no conscientes (NCDC, por sus siglas en inglés), se consolida la IA emocional.
El NCDC recopila datos sobre la frecuencia cardíaca y respiratoria del usuario, tonos de voz, microexpresiones faciales, gestos y más para analizar su estado de ánimo y personalizar su respuesta. El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad Ritsumeikan Asia Pacific, Japón, Manh- Tung Ho, Minh-Hoang Nguyen y Hong Kong y de laUniversidad Phenikaa, Vietnam.
Sin embargo, la falta de regularización de la IA emocional ha planteado preocupaciones éticas y de privacidad. Especialmente, porque la Gen Z es el grupo demográfico más grande hacia NCDC. Dicha generación puede ser la más vulnerable a la IA emocional al representar el 36 por ciento de la fuerza laboral global. Además, es raro que los algoritmos de IA se calibren a las diferencias socioculturales, haciendo su implementación más alarmante.
“NCDC representa un nuevo desarrollo en las relaciones hombre-máquina, y es mucho más invasivo en comparación con las tecnologías de IA anteriores. A la luz de esto, existe una necesidad urgente de comprender mejor su impacto y aceptación entre los miembros de la Generación Z.“, dice el profesor Peter Mantello. La investigación se realizó como parte del proyecto “IA emocional en las ciudades: lecciones interculturales de Reino Unido y Japón sobre el diseño para una vida ética“.
Se encuestaron mil 15 personas de la Generación Z en 48 países y 8 regiones de todo el mundo. Les preguntaron a los participantes sobre sus actitudes hacia la NCDC, utilizada tanto por actores comerciales como estatales. Luego utilizaron un análisis multinivel bayesiano para controlar las variables y observar el efecto de cada variable a la vez.
De acuerdo con el estudio, más del 50% de los encuestados estaban preocupados por el uso de NCDC. Sin embargo, la actitud varió según el género, ingresos, nivel educativo y religión. También se descubrió que los factores culturales, como la región y la religión, pues personas del sudeste asiático, musulmanes y cristianos, que informaron su preocupación por la NCDC.
Considerando lo anterior, la investigación abordó el problema proponiendo un enfoque basado en un modelo “esponja mental” para tomar en cuenta los factores socioculturales. Además, se sugirió una comprensión profunda de los riesgos potenciales de la tecnología para permitir un diseño ético y gobierno efectivo.
Por medio del estudio se demostró la presencia y compensaciones de privacidad que involucran a la Generación Z en las tecnologías emocionales de IA y NCDC. En ese sentido, existe una necesidad de garantizar que las tecnologías sirvan bien tanto a las personas como a las sociedades.
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