Quien consume MDMA puede experimentar los efectos embriagadores de la droga alrededor de 45 minutos después de tomar una sola dosis. Esos efectos incluyen una intensificada sensación de bienestar,mayor extroversión, calidez emocional, empatía hacia otros y la disposición a conversar sobre recuerdos con gran carga emocional. Además, la gente reporta la intensificación de la percepción sensorial como una marca distintiva de la experiencia con MDMA.
Sin embargo, la MDMA también puede causar varios efectos secundarios agudos. Por ejemplo, si bien las sobredosis letales de MDMA no son comunes, pueden potencialmente poner en riesgo la vida, con síntomas como presión arterial alta (hipertensión), desfallecimiento o mareos, ataques de pánico y, en casos graves, pérdida del conocimiento y convulsiones.
A causa de sus propiedades estimulantes y las situaciones en las que frecuentemente se consume, la MDMA está asociada con la actividad física vigorosa por períodos extendidos en ambientes calurosos. Esto puede causar uno de los efectos secundarios agudos más importantes, si bien poco común: un marcado aumento de la temperatura del cuerpo (hipertermia). Los resultados de investigaciones con ratas demuestran que aun una dosis moderada de MDMA interfiere con la capacidad del cuerpo para regular su temperatura, lo que potencialmente puede tener consecuencias fatales en ambientes calurosos. El tratamiento de la hipertermia requiere atención médica inmediata, ya que puede llevar rápidamente a la descomposición del tejido muscular o a un desequilibrio de electrolitos (sodio), que a su vez pueden causar insuficiencia renal o una inflamación mortal del cerebro, particularmente en las mujeres. El consumo de MDMA en combinación con el ejercicio vigoroso causa deshidratación,lo que lleva a algunas personas a beber gran cantidad de líquido. Sin embargo, esto podría aumentar el desequilibrio de electrolitos o la inflamación del cerebro porque la MDMA hace que el organismo retenga agua. Una dosis moderada de MDMA también puede reducir la eficacia de bombeo del corazón en personas que la consumen regularmente, lo cual es una preocupación especial durante los períodos de intensa actividad física.
La MDMA también puede causar efectos secundarios adversos, entre ellos, tensión involuntaria de la mandíbula, pérdida del apetito, leve distanciamiento de uno mismo (despersonalización), pensamientos ilógicos o desorganizados, piernas inquietas, náuseas, bochornos o escalofríos, dolor de cabeza, sudor y rigidez muscular o articular.
En las horas siguientes al consumo, la MDMA produce una reducción importante de la percepción y predicción del movimiento, por ejemplo, la capacidad de evaluar si un conductor está en peligro de chocar con otro vehículo. Esto destaca los peligros de realizar actividades complejas o que requieren habilidades específicas, como conducir un automóvil, mientras se está bajo la influencia de esta droga.
Una vez que la MDMA se metaboliza o descompone en el organismo, sus derivados interfieren con la capacidad del cuerpo para metabolizar la droga. En consecuencia, dosis adicionales de MDMA pueden producir niveles de sangre inesperadamente altos, lo que puede agravar los efectos tóxicos de la droga. Además, la combinación de MDMA con otras sustancias tales como cafeína, anfetaminas, mefedrona (una droga similar a las anfetamina), marihuana o alcohol puede aumentar el riesgo de que se produzcan efectos secundarios adversos relacionados con la MDMA.
Efectos subagudos
El consumo recreativo de MDMA a menudo se caracteriza por tomar la droga repetidamente durante varios días (atracones) y luego no consumirla por un tiempo. En un estudio con animales, esta pauta de consumo produjo latidos irregulares del corazón (arritmia) y lesiones cardíacas. En las semanas siguientes al consumo de la droga, muchas personas reportan depresión, deterioro de la memoria y la atención, ansiedad, agresividad e irritabilidad.
Efectos del consumo regular de MDMA
El consumo regular de MDMA ha sido asociado con problemas para dormir, pérdida del apetito, dificultad para concentrarse, depresión, cardiopatías e impulsividad. Además, el consumo intenso de MDMA durante un período de dos años está asociado con una disminución de la función cognitiva. Algunos de estos problemas pueden no ser directamente atribuibles a la MDMA, sino que pueden estar relacionados con algunas de las otras drogas que se consumen en combinación con la MDMA, como cocaína, alcohol o marihuana, o con los adulterantes que comúnmente se encuentran en las tabletas de MDMA. Es necesario realizar más investigaciones para comprender cuáles son los efectos específicos del consumo regular de MDMA.
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