Los ciudadanos arrinconan a Andrés Manuel
Por Saúl Loera
“A la primera manifestación de 100 mil personas, me voy a Palenque”, dijo el presidente Andrés Manuel el martes 29 de septiembre de 2020, así que con la marcha a favor del INE y en contra de su reforma electoral, llamada “Plan B”, ya se le está haciendo tarde.
De manera insospechada para él, no fue el movimiento feminista, ni la oposición partidista quien logró movilizar a este enorme sector de la población, los organizadores de la manifestación del pasado domingo 26 de febrero, hablan de alrededor de un millón y medio de ciudadanas y ciudadanos, movilizándose en más de 100 ciudades en todo el país, algo realmente nunca visto.
Y aunque se ha fatigado tratando de asociar este movimiento con líderes partidistas y empresariales, es claro que son organizaciones de la sociedad civil quienes llevan la batuta, así, este juego ya no está en la arena política o electoral, que es donde el presidente se las sabe todas, ahora tendrá que confrontarse con un movimiento genuinamente ciudadano, con los que, como se vio con el movimiento feminista, él no sabe lidiar.
El presidente todopoderoso que ha logrado hacer su partido gane más de 20 gubernaturas, se aprueben sus reformas en el Congreso, que ha cancelado programas, obras y fideicomisos, y realizado sus programas y obras a golpe de voluntarismo y mayoriteo, en esta ocasión, con su propuesta de reforma electoral, no cuenta con mayoría aplastante ni en la Cámara de Diputados, ni en la sociedad.
Pero más importante aún, parece que tampoco contará con mayoría en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Justo el viernes anterior a la concentración, un nuevo golpe, ahora más demoledor, cayó sobre su protegida, la ministra Yasmín Esquivel Mossa, pues resulta que mientras la UNAM define qué hacer en el caso del plagio de su tesis de Licenciatura, el diario español El País, da a conocer que también plagió su tesis de doctorado.
Para que la Suprema Corte decrete que las reformas de su Plan B son inconstitucionales, se requiere el voto de ocho de 11 ministros, con el nuevo escándalo sobre Yasmín Esquivel y la manifestación del domingo, la presión se cierne sobre la Suprema Corte, cuya recién electa presidenta, la ministra Norma Piña, no está dispuesta a doblegarse ante Andrés Manuel, más aún, ni siquiera a ponerse de pie ante él, rindiéndole pleitesía, como ya lo demostró el pasado 5 de febrero.
Quienes también deben tomar nota de esta potente emergencia ciudadana, son los partidos políticos, sobre todo al interior de la coalición Va por México, ya que el PRI y PAN se han aferrado a que sea un acuerdo cupular entre ellos, el que defina las candidaturas más importantes para el 2024, en este contexto, resuena con más fuerza la exigencia del PRD respecto que en el proceso de selección, debe considerarse a la ciudadanía, ¿alguien tiene alguna duda después de esta manifestación?
Ya lo han dicho otros, lo más sorprendente de esta movilización, es que no fue para apoyar a un hombre, cacique o tlatoani, sino para defender a una Institución, algo realmente sorprendente, tomando en cuenta nuestra cultura política caudillista, veamos en los hechos subsecuentes, si entendieron el mensaje los distintos actores políticos.
