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jueves, octubre 24, 2024

Puedo Razonar y Disentir

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Por Ángel Enrique Dupuy Alcántara

En el mundo de la política el verbo es poder, la labia es razón y el voto es disenso. En la vida, el poder es ser tú en el entorno con el que convives, la razón se convierte en tu palabra y disientes de las decisiones que en tu colonia quieren tomar. En la Ciudad de México, el debate se centra en si ir al concierto de Rosalía, pero este se contrasta con la falta de recurso para las becas Elisa Acuña, apoyos que estaban destinados para que los alumnos de nivel superior pudieran seguir sus estudios. Además, en varios estados de la República Mexicana las visiones se centran en la disminución del narcotráfico, en el aumento del poder adquisitivo familiar y en poder sacar adelante la vida misma.  

Es decir, la población no está contenta, pueden razonar las problemáticas de sus entornos y disentir en lo que dicen sus gobernantes, presidentes municipales y regidores. Las frases “todo está bien”, “lo resolvemos pronto”, “no se preocupe, lo tenemos bajo control” es lo que se escucha día, tarde y noche en los ayuntamientos. Los directores bajan por las escalinatas para recibir a los medios de comunicación y explicarles por qué en el momento no pueden dar declaraciones, los asesores tienen el estrés al tope, en las ventanillas de atención ciudadana dan fichas e inclusive, a nivel federal, en la Secretaría de Bienestar delegación Morelos, ni a los adultos mayores les avisaron que no iban a ir a trabajar a las oficinas aunque estos tuvieran citas programadas. 

México… ¿creo en ti? O, ¿creemos que con un dedo se puede arreglar todo un país? Nuestro país es diverso, es exótico para los extranjeros y, es la Condesa, la Roma, Los Cabos y Cancún para los turistas. Entonces, la razón exhibe la ignorancia del desconocido en el México que conocemos. México no son dos colonias, ni son dos destinos con playas, fiesta y alcohol; tampoco es exótico por ser “diferente” ni por ser “barato”. En otras palabras, disientes del falso México y das un paso para quitar la venda de los ojos al ignorante y dar forma a un país de cultura, tradiciones y experiencias. Llegas a ver incendios de autos, personas armadas, el miedo y el terror sin decir palabra alguna porque una palabra hablada y sabes que su significado termina en muerte. 

El mexicano sabe que existen atoles de guayaba y tamales de chipilín; así como el chilate y las pasitas poblanas mas también razona en que con un dedo no puedes acabarte ni las bebidas ni el platillo, sino que tienes que dar un bocado o un buen trago, respectivamente, para terminar los alimentos. Regresando al pensamiento de razón y del disentir, se observa que con un dedo tampoco se pueden resolver los problemas del país; no obstante, existe una solución para cada problema (aún y con sus imprevistos) el cual se llama política pública. 

En términos coloquiales, una política pública es la herramienta que utilizan los gobiernos municipales, estatales y federales para proteger y salvaguardar los intereses de los ciudadanos. Por ejemplo, para construir una alternativa vial para disminuir el tráfico en la zona o crear mayores empleos en empresas o instituciones gubernamentales es necesario que un grupo de asesores den ideas, plazos de construcción y observen los beneficios para la sociedad. En cuanto tengan una fórmula de beneficio general, realizan los proyectos. Entonces, si las políticas públicas solucionan problemas y benefician a la sociedad, ¿por qué no se realizan?

La respuesta se divide en tres. Intereses, costo-beneficio y negociaciones. Los intereses dependen de las decisiones políticas del servidor público, del partido político al que pertenezca y, si tiene oportunidad de ser el personaje que observe o no los resultados de dichos proyectos. Por otra parte, al hablar del costo-beneficio es necesario consensuar con la tesorería del Estado y de los municipios la factibilidad económica y de gestión para realizar los proyectos. Costo monetario, costo de interés social y el costo para la sociedad per sé. Ningún proyecto es gratis y los mismos habitantes pagarán parte de los mismos a través de sus impuestos. Asimismo, las negociaciones, en términos vagos, sirven para que los empresarios, la sociedad civil, la oposición, el gobierno y las organizaciones no gubernamentales estén a favor del proyecto a realizar. En términos prácticos, las negociaciones sirven para que el proyecto no sea destruido por los servidores públicos entrantes.

Es así como en los cabildos se vota el sí o el no para un proyecto; es así como la sociedad se molesta y se manifiesta en contra de los cambios políticos; es así como en las colonias los vecinos se organizan para recolectar firmas y realizar cambios en su entorno. Por consiguiente, el pueblo puede observar el mundo a su alrededor, el pueblo razona lo bueno y lo malo para lograr aceptar o disentir las decisiones. Pero, ¿y sus intereses, sus negociaciones y sus costos-beneficios? Influyen sí, cambian la forma de ver el mundo, también. 

¿Taquitos de suadero? 3, por favor. ¿Con todo? No, sin cebolla morada. ¿Bebida? De piña, si no hay de piña una cerveza porque no quiero una bebida sabor cola. 

Ángel Enrique Dupuy Alcántara

Politólogo; dirigente estatal de las juventudes de izquierda en Morelos; apasionado de la oratoria y el debate.

FB: Enrique Dupuy Twitter: @dupuy01 Instagram: enrique_dupuy

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