Por más de una década, la puntuación de recurrencia RTC-PCR de 21 genes u Oncotype fue utilizada para determinar los pacientes con cáncer de mama que debían recibir quimioterapia después de la cirugía de mama y quienes podían omitirla. Sin embargo, recientemente, investigadores del Hospital Houston Methodist ampliaron la aplicabilidad de la prueba. Determinando que está también puede ser utilizada para decidir si pacientes con cáncer de mama en etapa temprana pueden omitir la radioterapia de manera segura.
A través de un estudio al que NotiPress tuvo acceso, publicado en Practical Radiation Oncology, especialistas de Houston Methodist observaron que la radioterapia mejoró las tasas de supervivencia entre pacientes con puntuaciones de recurrencia intermedias-altas en el Oncotype. Cabe mencionar, esto no afectó las tasas de supervivencia en pacientes con puntuaciones de recurrencias bajas.
Respecto a esto, Bin Teh, vicepresidente de Oncología Radioterápica de Houston Methodist resalta los beneficios de haber ampliado la aplicación de dicho análisis oncológico. “Esta prueba nos ha ayudado a personalizar el proceso de tratamiento y a mejorar la calidad de vida, al reducir el número de pacientes expuestos a terapias tóxicas”, explica.
Sumado a ello, Bin Teh recalca que actualmente se está llevando a cabo un gran ensayo prospectivo nacional en Estados Unidos a fin de averiguar si con la puntuación de recurrencia también pueden personalizarse los tratamientos con radioterapia. Sin embargo, el especialista estima, los resultados sean publicados en los próximos años. Entre tanto, con el objetivo de proporcionar información y orientación clínica, Teh y un grupo de investigadores analizaron la recurrencia y registros médicos de 8 mil pacientes. Estos con perfiles de cáncer invasivo no metastásico positivo para receptores hormonales, y negativo para HER2 no metastásico.
Al respecto, el oncólogo comenta, “cerca del 70% de casos nuevos de pacientes con este perfil de diagnóstico, suelen estar en etapa temprana y de menor riesgo, por lo que estamos analizando sus oncoscores para ver si hay algún tratamiento que podríamos omitir de manera segura”. A su vez, describe, el 30% restante de pacientes, tiene variantes más agresivas o cáncer en una etapa más avanzada y con menos margen de maniobra sobre cómo proceder.
En el estudio, el 24% de los participantes fueron categorizados de bajo riesgo (RS = 1-10), el 66%, de riesgo intermedio (RS = 11-25) y el 10% como de alto riesgo (RS = 26-100). Se encontró que la radioterapia produjo mejoras estadísticamente significativas en las tasas de supervivencia para aquellos con riesgo intermedio (P = 0,001) y alto (P < 0,001). Mientras que, no se observó ningún beneficio en la supervivencia de los pacientes de bajo riesgo (P = 0,184).
Aunque es bueno saber que algunos pacientes de muy bajo riesgo pueden tener flexibilidad adicional en función de estos resultados, es igualmente bueno confirmar que la gran mayoría de los pacientes se benefician de las recomendaciones actuales de la radioterapia”, analiza el Dr. Teh.
Con dicho estudio, los posibles cambios en las directrices de tratamiento, afectarán a un número significativamente menor de pacientes con estudios similares sobre las puntuaciones de quimioterapia y recurrencia. Pues se determinó solo las pacientes en categoría de riesgo más alto (mujeres posmenopáusicas con SR >25 y mujeres premenopáusicas con SR >16), debían recibir quimioterapia. Con lo cual se evitó aplicar terapia invasiva en más de 70% de las pacientes en casos donde no era necesario aplicarla.
“Aunque estamos usando el mismo puntaje de recurrencia para tomar decisiones para la misma población de pacientes, el cálculo de riesgo/recompensa es diferente para estos dos tratamientos”, detalla el doctor Teh. De este modo, refiere, la radioterapia es dirigida y tiene menos efectos secundarios indeseables, además de ser eficaz para eliminar células cancerosas.
Sin menospreciar los hallazgos del estudio, el especialista señala que los pacientes y médicos deben ser cauteloso al utilizar estos datos para optar por no recibir radioterapia. Pues en algunos casos, este tratamiento reduce el riesgo de recurrencia regional local, lo cual no es analizado en el estudio de Houston Methodist. “Las personas todavía tienen muchas percepciones erróneas sobre la radioterapia basada en hechos obsoletos, por ejemplo, el supuesto de que daña la piel o el corazón”, argumenta Teh.
Así, el oncólogo destaca, actualmente, las técnicas y tecnologías de radioterapia permiten mejores resultados minimizando los efectos secundarios. Para recalcar la eficiencia de dicho tratamiento, Teh, explica la duración del tratamiento suele ser de tres a cuatro semanas, por un tiempo aproximado de 15-20 por sesión. Mientras, tratamientos como la terapia hormonal, parte estándar del régimen de terapia conservadora, puede durar hasta 5 años.