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jueves, noviembre 21, 2024

PRD  cierra un ciclo de lucha política-social; los ideales persisten

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Por Jesús Zambrano Grijalva

El pasado 2 de junio culminó una estrategia de elección de Estado que trajo consigo una derrota desconcertante para la coalición y para el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

El resultado de un proceso electoral amañado, inconstitucional, ilegal e ilegitimo permitirá a Morena y sus aliados concretar su “Plan C” que era ganarnos la presidencia de la República a como diera lugar y tener mayoría calificada en las Cámaras de Diputados y Senadores, y así poder desmantelar las instituciones, los pesos y contrapesos, la pluralidad y la democracia. 

Ciertamente se cometieron múltiples errores en la Coalición opositora. Es natural y entendible que, a la luz de los resultados, muchos perredistas afirmen que fue un error ir en alianza y que mejor hubiéramos ido solos como partido. Pero me parece que eso sería muy simplista, el país nos necesitaba unidos por un bien mayor que era el de dar la lucha por la defensa de la democracia. 

Lo que está claro es que el ciclo del PRD, que ya se venía cerrando, se agotó tan drásticamente que hasta nos encontramos en el riesgo de perder el registro legal al no haber alcanzado el 3% de la votación válida emitida, aun cuando seguimos dando la batalla jurídica, porque esto no se acaba hasta que se acaba. 

Estamos conscientes de que tenemos que reinventarnos con quienes quieran seguir en la lucha contra el autoritarismo, ahora en condiciones más complejas pero dispuestos a dar la pelea por esos ideales que nos caracterizan como una verdadera izquierda socialdemócrata. 

En las campañas por todo México yo vi a un PRD que resurgía con mucho vigor, ánimo, entusiasmo y energía, por lo que hago un reconocimiento sincero a los esfuerzos y entrega de nuestra militancia y simpatizantes , es por ellos y por la ciudadanía que debemos seguir en pie de lucha. 

El PRD ya no aparece como  opción nacional para la sociedad actual, pero sí sus ideales. Nuestro partido logró importantes votaciones que lo colocan en 13 o 14 estados de la República arriba del 3%, con una buena cantidad de importantes municipios conquistados, dos senadurías de primera minoría (Michoacán y Tabasco) y una diputación federal en la Ciudad de México.

No tengo ninguna duda de que debemos reinventarnos, ir al encuentro de todos los liderazgos y fuerzas importantes de la sociedad con quienes coincidimos en este proceso electoral para, junto con ellos, construir una nueva fuerza política progresista de corte socialdemócrata, que diseñe su propio programa, un nuevo perfil y nuevos esquemas organizativos. Si logramos mantener el registro legal nacional lo pondremos al servicio de la construcción de un nuevo espacio proyecto partidista ; pero , de llegar perder el actual registro, trabajaremos por el registro legal de un nuevo partido, con un nuevo nombre, dejando atrás las prácticas y vicios que provocaron estos resultados.

Es decir, caminar con todas y todos los que quieran refrendar su compromiso por un México mejor. Desde el PRD tendríamos estados con registros locales y muchos miles de compañeras y compañeros en todo el país, lo cual constituye un capital humano y político invaluable. Esa es la tarea actual para defender la República democrática y evitar la implantación y consolidación de un régimen autoritario.

El PRD que con el registro original del PCM, PSUM y PMS, fruto de gloriosas batallas y múltiples sacrificios, que construimos hace 35 años, ha cerrado un ciclo de su desarrollo , pero sigue vivo el entusiasmo y la convicción de luchar por una democracia hoy amenazada. 

Recordemos que fuimos parte de esas reformas para la transición a la democracia, donde le quitamos al viejo gobierno autoritario el control de la organización y calificación de los procesos electorales, logramos que las elecciones fueran organizadas y calificadas por organismos autónomos, como son actualmente el INE y el TEPJF, y se establecieron nuevas reglas del juego democrático en la legislación electoral, a fin de garantizar el respeto al voto y resolver los conflictos políticos que sistemáticamente acompañaban los procesos de elección de gobernantes y representantes populares. Logros que  este gobierno de López Obrador quiere echar abajo.

Es por ello que están  nuestros ideales de construir una nueva sociedad de ciudadanas y ciudadanos libres, en la que el progreso se base en el trabajo de la totalidad de la población, donde la prosperidad sea equitativa y eleve la calidad de vida de todas y todos están vigentes ;  donde en nuestro país se pregonen los valores humanistas de la libertad, la igualdad, la fraternidad y la sororidad, están vivos; donde se termine con la desigualdad jurídica y social, la opresión y la discriminación, y el confrontar cualquier modelo de gobierno dictatorial, despótico y autoritario, concentrador del poder político y económico siguen más vivos que nunca.

El país no va por buen camino, porque persiste una realidad donde la pobreza extrema se agudiza, donde todos los días hay decenas de muertos, donde el crimen organizado domina territorios, donde el sistema de salud es insuficiente, donde la corrupción no se ha combatido, por lo que la lucha no se ha terminado, porque en un México donde siga habiendo injusticias y desigualdades, nuestro espíritu revolucionario democrático seguirá en pie de lucha. Porque México nos necesita, seguiremos dando la batalla.

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