Pues ya arrancó el proceso electoral para los comicios federales del 2021 y a tono con ello, empezó a tomar color y calor el ambiente político en nuestro estado. Serán unas elecciones de enorme importancia para Sonora y para el conjunto del país. Particularmente en nuestro estado, siempre presente en momentos cruciales para la vida del país, ahora se conjugan variables en las que, por una parte, el Presidente de la República mete directamente las manos con su candidato de Morena, de su confianza, y por la otra, la gobernadora del estado, priista, habrá de cuidar su territorio político para que no vaya a quedar en otra parcela partidaria, con todo y las consecuencias que ello pudiera tener.
Recientemente Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad Pública, anunció su interés por ser candidato del ahora su partido, Morena, para la gubernatura de Sonora. López Obrador “lo destapó” fácticamente hace unos días en Bavispe, con motivo de una visita al municipio donde fue masacrada hace varios meses una parte importante de la familia Le Barón, sin que hasta ahora haya sido esclarecido el crimen y castigados los responsables.
AMLO ha dicho de Durazo que es un funcionario ejemplar, que ha cumplido con eficacia su papel de coordinador del gabinete de seguridad pública y que cuenta con toda su confianza. ¡Seguramente ejemplo de la 4t!
Paralelamente, siendo parte de esa coalición gobernante, la nogalense Ana Gabriela Guevara, titular de la CONADE, ha levantado la mano para ir por el gobierno del estado apoyada por el PT. Una funcionaria acusada de uso indebido de la función pública, adjudicación ilegal de contratos de servicios a amigos de ella a cambio de dinero. O sea, corrupción. Otro ejemplo de la 4T. Pero ya se apuntó.
Del lado de los opositores a la coalición nacional gobernante, varios han manifestado públicamente su interés en abanderar la candidatura al ejecutivo estatal. Algunos con las siglas de MC, como Dolores del Río; también Ricardo Bours, quien renunció a su militancia priista y ha manifestado su disposición a caminar en un amplio bloque aliancista para ganar; y Ernesto Gándara, priista que cuenta con reconocimiento de sectores de la sociedad sonorense más allá del PRI.
¿Le conviene a Sonora un gobierno de Morena? ¿Alguien como Durazo que sólo es eficaz y ejemplar ante los ojos de López Obrador, pero que ha sido un cero a la izquierda, a las órdenes de los militares, en el ineficaz combate a la inseguridad? ¿O la corrupta Ana Gabriela, otrora gloria del deporte mexicano? Me parece que no.
Soy de los que defiende la necesidad de unir fuerzas por todos los opositores para enfrentar la autocracia con olor a dictadura que encabeza AMLO, detener la pretensión de conquistar nuevos territorios para Morena, partido que ha demostrado que no sabe gobernar.
Estoy convencido de que la única manera de lograrlo es la conformación de un amplio frente electoral que enarbole un programa básico de compromisos con las causas más sentidas de la gente como el combate a la inseguridad, la reactivación económica, empleos y protección del ingreso familiar. La unidad de todos los opositores es la clave, pero dispuestos a ser parte de un mismo torrente. Que sea encabezado por quien mejores probabilidades tenga de triunfo.
Un bloque amplio entre PAN, PRD, PRI, MC, personalidades y grupos locales y regionales, muy diversos, es posible y necesario para Sonora, lo cual indudablemente provocaría la reacción hasta del propio López Obrador para descalificar y satanizar esta posible amplia alianza señalando que “los conservadores y defensores de la corrupción” se están juntando para evitar la transformación del país.
Pero la grave situación que padecemos en todos los rubros de la vida nacional y el acelerado deterioro de nuestra democracia, obliga a esfuerzos extraordinarios para defender las bases de la república, el equilibrio de poderes y las libertades y derechos de la gente. Es por el bien de todos.
Artículo publicado el 15 de octubre en el Diario del Yaqui