El regreso de la mítica banda estandarte del rock de la primera década de los dos miles supone una cita obligada para los jóvenes adultos de esta segunda década.
Y como no, tan anhelado regreso ha sido esperado por 7 años, muchos de nosotros, sentimos que no podríamos volver a ver a The Strokes en acción. Para sus fans puede ser una tremenda obra maestra, pero lo cierto es que a veces los humanos nos dejamos llevar un poco por la nostalgia.
Si, también Pitchfork lo cree, así el medio especializado en música declaró que el álbum se siente como una gran resaca y que realmente muestra a la banda en su verdadero estado, sin ganas de extinguirse pero lejos aun de las expectativas de la critica y de sus fans, por otro lado Julian Casablancas vocalista de The Strokes se muestra bastante satisfecho con el resultado final y parece sumarse a la lista de sus discos favoritos de la banda solo por detrás de Is This It, el Room of Fire y un anónimo tercer lugar no revelado.
Realmente el álbum posee aquel brillo en sustancia, es decir, esa cualidad que todas las bandas quieren pero pocas la pueden tener, sumado a esto nadie puede resistir el encanto de los falsetes tuneados que Casablancas nos regala en esta entrega, además ya se extrañaba a Albert Hammond Jr, Nikolai Fraiture Nick Valensi y Fabrizio Moretti acompañando al desenfrenado Julian, el disco obviamente no defrauda en cuanto a sonidos familiares encontrados por desgracia en cualquiera de sus otros discos y también en un sin fin de álbumes de los años 80s, pero precisamente le puede dar sentido a esa sensación de seguridad transmitida.
O sea, sabes que son los Strokes de siempre, y pues sí lo son.
Eso no representa una desventaja del todo, ya que el ser tan familiar ha resultado como una especie de cura, o más precisamente una inyección de esperanza gestando en el The New Abnormal” la vacuna contra el ocio y el aburrimiento generado por la pandemia de coronavirus.
El LP vio la luz el 10 de abril, aunque la banda mencionó que podrían aplazar la salida del disco debido a las complicaciones originadas por la pandemia pero al final se arriesgaron porque ya habían adelantado 3 sencillos At the Door, Bad Decisions y Brooklyn Bridge to Chorus, además la portada cuenta con el arte del pintor francés Jean-Michel Basquiat.