Por Jesús Zambrano Grijalva
Presidente Nacional del PRD
“La situación de Pemex cada día es más crítica y amerita soluciones prontas y expeditas.” Es la frase con la que concluye la carta que el director de Pemex, el agrónomo Octavio Romero, envió al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O el pasado 18 de septiembre y que fue exhibida en el noticiero de Latinus.
El director de Pemex sustenta su diagnóstico en el gran endeudamiento que tiene la Empresa Productiva del Estado, más de 105 mil millones de dólares que hoy la colocan como la petrolera más endeudada del mundo. Sin embargo, el mensaje central de la carta es informarle al secretario de Hacienda que Pemex llegará al sexto mes con pagos suspendidos a sus proveedores.
Los dichos del agrónomo a cargo de la petrolera son sustentados con otros documentos de correspondencia oficial en el que empresas proveedoras de servicios lanzan duros reclamos a Pemex por la falta de pagos: Hokchi Energy le notifica formalmente que ha comenzado con el proceso de control de controversias; Ferromex de plano le comunica que ha decidido suspender sus servicios; y, hasta Baker Hughes, la empresa vinculada al escándalo de la Casa Gris, le exige una reunión inmediata para atender el asunto.
Ante este escenario de crisis financiera y quiebra técnica de Pemex nos enteramos que México ha estado donando petróleo a Cuba. Según cálculos del Instituto de Energía de la Universidad de Texas que se encarga de dar seguimiento a barcos-tanqueros, la isla ha recibido de Pemex al menos 2.8 millones de barriles de crudo desde marzo de este año.
Presumiblemente, la información habría sido ocultada para evitar que México fuera sancionado por Estados Unidos que mantiene un embargo y bloqueo comercial con Cuba. Sin embargo, ante los rumores cada vez más insistentes, la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, en entrevista con la agencia de noticias Bloomberg, rompió el silencio y confirmó el rumor para poder aclarar que México estaba evaluando “opciones” de cobro a Cuba por el petróleo suministrado.
A pesar de la aclaración de la canciller, México no pudo evitar la sanción. De manera confidencial, el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos (EXIM, por sus siglas en inglés) notificó a Pemex sobre la cancelación de un crédito de unos 800 millones de dólares en castigo por la donación. Esta información fue corroborada esta semana por la congresista estadounidense María Elvira Salazar quien envió una carta para felicitar a la presidenta del EXIM por haberle negado dicho préstamo a Pemex.
Durante su comparecencia del pasado lunes ante las Comisiones Unidas de Energía y de Infraestructura de la Cámara de Diputados, el agrónomo Octavio Romero cínicamente recurrió al discurso oficial de “los otros datos”: declaró que ha logrado desendeudar a Pemex y negó que esté donando petróleo a Cuba. Sin embargo, los donativos a la isla están documentados y confirmados por la canciller, mientras que la crisis financiera de Pemex está diagnosticada por él mismo.
Rescatar a Pemex fue una de las promesas más reiteradas del ahora lejano candidato López Obrador. Y hoy, a un año de que finalice su gobierno, podemos adelantar que será una más de sus promesas incumplidas. En ese sentido, tal vez nunca sabremos a dónde han ido a parar los 1.32 billones de pesos que desde 2019 se han invertido en Pemex, pero de lo que hoy sí tenemos certeza es que la Empresa Productiva del Estado más importante de México ha sido transformada por este gobierno en una organización benéfica de dictaduras.
