Para algunos países, el proceso de distribución de las vacunas contra Covid-19 comenzó desde diciembre o noviembre de 2020, pero para la gran mayoría aún no hay tales estrategias. Tan sólo uno de los 29 países más pobres del mundo comenzó a vacunar a la población, mientras países como Estados Unidos continúan adquiriendo grandes lotes de vacunas, acaparando la demanda.
Expertos consideraban la distribución de la vacuna contra el virus SARS-CoV-2 sería la tarea más ardua en el proceso para sobreponerse a la pandemia. Hoy en día, puede evidenciarse cómo la demanda está siendo monopolizada por menos de la mitad de los países existentes en el mundo, aquellos considerados ricos o de grandes ingresos.
Sólo Guinea, uno de los 29 países con menores ingresos comenzó la vacunación durante la cuarta semana de enero, con 55 personas en primera dosis de más de 12 millones de habitantes. La posibilidad de Guinea surgió únicamente por un trato entre el presidente Alpha Condé y el presidente ruso Vladimir Putin, debido a los interés comerciales en la extracción de bauxita.
En cifras, 42 países de grandes ingresos acumulan 43.7 millones de personas vacunadas; 11 países de altos ingresos, 19.1 millones; 1 país de bajos ingresos, 15.8 millones. Según el Banco Mundial sólo Guinea, uno de los países más pobres cuenta con 55 dosis a la fecha del 25 de enero.
Ya la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una conferencia de prensa había pedido a los países de altos ingresos no acaparar la demanda. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, aclaró de no inmunizar a la población equitativamente los esfuerzos en el rápido desarrollo de la vacuna podrían perderse.
“Ahora nos enfrentamos al peligro real de que, aun cuando las vacunas brindan esperanza a algunos, se convierten en otro ladrillo en el muro de desigualdad entre los mundos de los que tienen y los que no“, declaró Ghebreyesus. “Los países ricos del mundo acaparan estas vacunas, los exhortamos a poner a disposición las dosis excedentarias pedidas y que tienen almacenas“, declaró Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica.
La OMS ha pedido donar vacunas al programa COVAX, el cual distribuirá vacunas a países de bajos ingresos. A pesar de las peticiones, las demandas de los países ricos aún no disminuyen, cumpliendo con las estrategias de distribución para toda la población.
Si bien COVAX asegura la distribución equitativa de vacunas a nivel global, la iniciativa no puede actuar sola o acelerar la producción de las farmacéuticas. Queda concientizar a los países ricos a no abarcar la demanda, no sólo para distribuir vacunas a países pobres, sino para una inmunización completa, sin problemas a largo plazo.
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