Los pacientes a quienes les removieron un hemisferio cerebral en la infancia pueden retener niveles sorprendentemente altos de habilidades cognitivas y motoras, revela un estudio publicado hoy en la revista Cell Reports por la investigadora Dorit Klieman, que encabeza a un grupo de especialistas en la materia.
Añaden que las alteraciones en la función cerebral que deben ser la base de gran parte de esta compensación, son poco conocidas, y sus estudios casi siempre se han limitado a habilidades y regiones cerebrales específicas.
Se estudió a seis pacientes a quienes les removieron un hemisferio cerebral en la infancia, o que cortaron las conexiones entre uno y otro hemisferio, por razones de salud. Los resultados presentados demuestran que el cerebro tiene gran capacidad de recuperación de las habilidades cognitivas y motoras.
Los investigadores identificaron “un conjunto confiable de redes cerebrales funcionales en personas sanas y se cree que subyace en nuestra cognición, emoción y comportamiento e investigamos estas redes cuantificando la conectividad funcional intrínseca en seis individuos que se habían sometido a la extirpación quirúrgica de un hemisferio”.
“La hemisferectomía es un procedimiento quirúrgico que generalmente se usa para aliviar ciertas formas de epilepsia intratable, al aislar el hemisferio afectado, ya sea retirándolo por completo (hemisferectomía anatómica, que a menudo incluye todas las estructuras subcorticales) o cortando todas las conexiones al hemisferio funcional (hemisferectomía funcional, con resección anatómica parcial)”, detallan los investigadores.
Hay daños consecuentes en las funciones sensoriales y motoras (descritas, por ejemplo, como hemiparesia y hemianopsia) pero incluso estos pueden recuperarse en cierta medida. La función del lenguaje se ha estudiado con cierto detalle, y también muestra una recuperación casi completa en muchos pacientes a quienes se les extirpó el hemisferio dominante de esta función.
Este estudio abordó tres preguntas que se complementan entre sí. Primero, ¿se puede aplicar un esquema de parcelación cortical basado referido a la conectividad funcional en individuos sanos a participantes con hemisferectomía?
En segundo lugar, ¿es confiable la conexión funcional dentro de cada individuo en dos sesiones de escaneo?
Por último, ¿las redes funcionales que encontramos en estos participantes difieren de las que se encuentran en los controles saludables?
Después de confirmar las dos primeras preguntas, encontramos redes de estado de reposo notablemente típicas en participantes con HS. El único hallazgo atípico fue un acoplamiento funcional anormalmente aumentado entre diferentes redes (conectividad normal dentro de la red pero mayor conectividad entre redes), puntualizan los investigadores.
Por último, los investigadores explican que para la realización de este estudio se analizaron los avances ya registrados que incluyen que “es posible retener una cognición notablemente intacta a pesar de la neuroanatomía profundamente atípica, ejemplificada en casos raros de hidrocefalia o lesiones cerebrales grandes”, lo que da pie a profundizar en la recuperación de habilidades cuando se ha afectado a este órgano.