La nueva cepa de coronavirus descubierta en Inglaterra y la variante del mismo virus hallada en Sudáfricapreocuparon a científicos respecto a la efectividad de las vacunas actualmente disponibles. La variante B.1.1.7, en Inglaterra, se estima, es 50 por ciento más contagiosa en comparación al SARS-CoV-2 causante de la pandemia. Ello, motivó a científicos a estudiar a fondo el proceso de reacción de las nuevas variantes contra las inmunizaciones, pues estas mutaciones podrían escapar al reconocimiento de los anticuerpos.
Científicos alrededor del mundo intentan identificar cómo las nuevas variantes del coronavirus SARS-CoV-2 se contagian más rápidamente. Además, si ello puede disminuir la potencia de las vacunas o superar la inmunidad natural adquirida por las personas y significar una nueva ola de contagios.
Muchos de los nuevos estudios sobre la variante B.1.1.7 y 501Y.V2, de Sudáfrica, se centran en el cambio de la proteína de pico compartida por ambos linajes llamada N501Y. Esta mutación altera la membrana del dominio de enlace de receptores, causante de permitir el contagio en seres humanos. Una hipótesis insinuada en estudios anteriores señaló, el cambio N501Y permite al virus adherirse con más fuerza a las células, facilitando la infección.
Jason McLellan, biólogo estructural de la Universidad de Texas, quien estudia las proteínas de pico de coronavirus, señaló, dado el sentido de urgencia de las nuevas variantes de coronavirus, preocupa cómo estas puedan debilitar la respuesta del sistema inmune desarrollada por vacunas o una infección previa. “Ambas variantes albergan mutaciones en regiones donde el pico de la proteína reconocido por potentes anticuerpos ‘neutralizantes’ que bloquean al virus. Estas son, el dominio de enlace de receptores y una porción llamada terminal-N”, agregó. Ello, además aumenta la posibilidad de las nuevas variantes del virus de afectar los anticuerpos en dichas regiones.
Por su parte, Jesse Bloom, biólogo especializado en la evolución viral en el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, se preguntó si estos cambios en el virus afectarán la eficacia real de las vacunas.
Una investigación realizada por él y su equipo determinó, una de las variaciones llamada E484K y varias otras mutaciones pueden escapar del reconocimiento de los anticuerpos de la sangre de pacientes convalecientes en ‘diversos grados’. Sin embargo, Bloom y otros científicos esperan, estas mutaciones en el virus no debiliten substancialmente la capacidad inmune de la vacuna.
Con restricciones para abrir negocios y confinamiento obligado, Inglaterra ha luchado contra la nueva cepa del coronavirus. Mas científicos señalan importante continuar estudiando la estructura de las nuevas variantes y así determinar la efectividad de la vacuna y vencer a la pandemia.
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