Inversionistas japoneses venden bonos extranjeros por 20 mil millones de dólares tras impacto de aranceles de Trump

Los inversionistas japoneses liquidaron más de 20 mil millones de dólares en bonos internacionales a raíz del anuncio de aranceles por parte de Donald Trump a principios de este mes, lo que sacudió los mercados financieros y desató una ola de turbulencia que se sintió en todo el mundo.
Según datos preliminares del Ministerio de Finanzas de Japón, las instituciones privadas del país, incluyendo bancos y fondos de pensiones, vendieron bonos extranjeros de largo plazo por un valor de 17.5 mil millones de dólares durante la semana que terminó el 4 de abril. En los siete días siguientes, se deshicieron de otros 3.6 mil millones de dólares.
Japón es el mayor tenedor extranjero de deuda pública estadounidense, con una cartera de 1.1 billones de dólares en bonos del Tesoro, repartida entre los sectores público y privado. Por ello, los movimientos de sus instituciones financieras se monitorean de cerca y son considerados un indicador clave del comportamiento global frente a la deuda estadounidense.
Esta reciente ola de ventas representa una de las mayores salidas de capital registradas en un periodo de dos semanas desde que comenzaron los registros en 2005.
La desinversión masiva se produjo tras el anuncio del expresidente Trump, el 2 de abril, sobre nuevos aranceles bajo el lema de un “día de liberación”, lo que provocó una fuerte caída en los mercados bursátiles y de bonos a nivel mundial, con Wall Street como epicentro del impacto.
El índice S&P 500 de la Bolsa de Nueva York se desplomó un 12 % en solo cuatro días hábiles después del anuncio, aunque logró recuperar parte de las pérdidas cuando Trump decidió suspender la mayoría de los aranceles “recíprocos” durante un periodo de 90 días.
Durante esta volatilidad, los bonos del Tesoro de Estados Unidos también sufrieron ventas intensas. Los rendimientos de los bonos a 10 años se dispararon durante la semana del 11 de abril, registrando su mayor alza semanal desde 2001.
El informe del Ministerio de Finanzas japonés no especifica qué tipos de bonos de largo plazo fueron vendidos, pero expertos sugieren que una gran parte de esas operaciones probablemente involucran bonos del Tesoro de EE.UU. o títulos respaldados por agencias del gobierno estadounidense, como los valores hipotecarios garantizados.
Tomoaki Shishido, estratega senior de tasas en el banco japonés Nomura, indicó que “una proporción significativa de las ventas probablemente corresponde a bonos del Tesoro estadounidense o a bonos de agencias gubernamentales de EE.UU.”.
Shishido también señaló que las ventas podrían deberse a una reestructuración de carteras por parte de fondos de pensiones japoneses o a bancos y aseguradoras que buscan reducir su exposición al riesgo de tasas de interés.
A esto se suman las ventas realizadas por administradores de fondos en Estados Unidos y el cierre de operaciones apalancadas por parte de fondos de cobertura tanto nacionales como internacionales, lo que también habría contribuido a la presión vendedora de este mes en el mercado de bonos.
Sin embargo, el hecho de que Japón, un actor clave en el mercado de deuda global, haya liderado una ola de ventas internacionales, pone de manifiesto cómo las tensiones en Wall Street pueden provocar efectos en cadena que se extienden por todos los rincones del sistema financiero mundial.