La primera misión de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) para estudiar los asteroides troyanos está cada vez más cerca. El objetivo del a NASA es explorar los bloques formados con sobrantes de los planetas exteriores que orbitan alrededor del Sol a una distancia similar a la que se encuentra Júpiter.
De acuerdo con la agencia espacial, el nombre de la misión se atribuye al ancestro humano fosilizado llamado Lucy, cuyo esqueleto proporcionó una visión única de la evolución de la humanidad. Esta vez, la misión Lucy revolucionará el conocimiento de los orígenes planetarios y el nacimiento del Sistema Solar hace más de 400 millones de años.
Según los científicos, los asteroides atrapados en la misma órbita que Júpiter, son un marco congelado de la forma que solía tener esa parte distante del Sistema Solar. Hasta el momento, ninguna misión espacial ha podido llegar hasta ahí; por tanto, Lucy podría ser la primera misión en tener ese privilegio.
El cohete espacial está compuesto por dos paneles solares circulares como lentes de análisis, cada uno de aproximadamente de 7 metros de ancho y están unidos al cuerpo de la pequeña aeronave. La misión dirigida por el Southwest Research Institute en Boulder, fue aprobada por primera vez en 2017.
Después de años de investigación y desarrollo, las operaciones de ensamblaje, prueba y lanzamiento comenzaron en el laboratorio de pruebas de Lockheed Martin (empresa aeroespacial) en agosto de 2020. El trabajo de pruebas terminó en un viaje de Colorado a Florida, sitio donde se encuentra la base principal de lanzamiento.
Respecto al sistema operativo, el dispositivo espacial podrá recopilar información utilizando observaciones térmicas infrarrojas en el rango de longitud de onda de cuatro a 50 micrómetros. Otros aspectos técnicos de la nave son que podrá permitir al equipo inferir si el material de la superficie está suelto como arena o rígido al igual que una roca.
Asimismo, la aeronave contará con un sistema de alta fidelidad para comunicarse con la base espacial y recopilar datos, además de medir el volumen de las masas de los asteroides troyanos. También cuenta con una cámara de mayor resolución construida por el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins y que puede capturar imágenes a color y el espectro infrarrojo de la misión.
Phil Christensen, investigador principal y desarrollador de los instrumentos de la nave explicó que cada uno tiene sus propios desafíos. Sin embargo, la experiencia y el desarrollo por parte de la compañía podrán llevar a buen puerto el proyecto Lucy.
Lucy se convierte en una ventana para averiguar qué hay en la órbita de Júpiter donde sedimentos rocosos formaron casi todos los planetas, excepto Saturno. Hasta el momento no hay una fecha establecida para el lanzamiento final, pero se espera sea después de 2024, cuando astronautas de la NASA hayan llegado a Marte.
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