Por Jesús Zambrano Grijalva
Presidente Nacional del PRD
Desde que inició este gobierno de la mal llamada cuarta transformación y se planteó como estrategia de combate contra la inseguridad “abrazos no balazos” hemos tenido un enorme incremento en las cifras de homicidios. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante todo el gobierno de Enrique Peña Nieto se registraron 156,066 homicidios dolosos, cifra que ya fue superada por la actual administración en apenas cuatro años y medio.
Hay semanas y hechos que nos demuestran que su estrategia no tiene ni pies ni cabeza, ni idea de cómo combatir la inseguridad. Basta ilustrar que junio se convirtió en el mes más violento del año de acuerdo con datos oficiales. Es una verdadera desgracia que a este gobierno no le importe ver a México arder.
Vivimos en un Estado fallido, en el que los criminales dominan amplios territorios de la República Mexicana y el Estado, que tiene la obligación de cuidar a sus ciudadanos y ciudadanas, y detenta legalmente el monopolio del uso de la fuerza, ha perdido el control de esos territorios frente a los grupos criminales.
Basta ver lo ocurrido en Chiapas, donde en días pasados,16 empleados de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana fueron secuestrados por un grupo armado.
O el asalto en el centro comercial Antara en la Ciudad de México, donde ladrones a plena tarde robaron una joyería, sustrayendo varios finos relojes de las vitrinas que rompieron a punta de mazos.
O la emboscada a miembros de la Guardia Nacional donde un coche bomba explotó en Celaya, Guanajuato, dejándolos gravemente heridos.
O el video donde se muestra a un grupo de mujeres sometidas por presuntos integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación, advirtiéndoles que se tienen que reportar cada semana a pagar “derecho de piso”.
O el homicidio del líder del Partido Verde en Costa Chica Guerrero.
Asimismo, el asesinato de Hipólito Mora en la Ruana, Michoacán, fundador de los grupos de autodefensa que surgieron en reacción a los constantes embates y a la coerción ejercida por grupos criminales.
El secuestro exprés del magistrado presidente del Tribunal Electoral de Quintana Roo, Sergio Avilés en Chetumal.
Y así, una larga cadena de decenas de víctimas, asesinatos, secuestros y amenazas que enfrentamos todos los días las y los mexicanos, sin que este gobierno acepte que su estrategia no está funcionando.
Es indignante que el titular del Poder Ejecutivo federal responda ante esta ola de violencia que va acusar a los delincuentes con sus abuelos y sus papás. Es indignante que esté más atento de los próximos procesos electorales, denostando a los partidos de oposición y en campaña permanente apoyando a sus “corcholatas”, que el estar trabajando y ocupándose de lo que realmente le corresponde hacer, que es salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social de nuestro país. Es decir, a gobernar.
Es por ello, que seguiremos exigiendo que se modifique la estrategia contra la inseguridad. Ya basta de que millones de mexicanos vivan en la zozobra, con miedo y se normalice la violencia.
Las estructuras de seguridad, inteligencia y justicia se encuentran sobrepasadas y corrompidas; las viejas y nuevas amenazas representan un grave riesgo para la gobernabilidad, es necesario una reforma, nuevas estrategias, acciones distintas, si se quiere enfrentar verdaderamente el problema de la inseguridad.
Artículo publicado el 6 de julio de 2023 en El Diario del Yaqui