Por Saúl Loera
En la XV cumbre BRICS celebrada en Sudáfrica los pasados días 24, 25 y 26 de agosto, quedó claro que este importante grupo de países están decididos a revertir la estructura de instituciones globales como el Consejo de Seguridad de la ONU, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), exigen un lugar adecuado para economías del “Sur Global”, es decir, todos los países que no son EU y sus aliados: Europa, Reino Unido, Canadá, Japón, Corea del Sur y Australia.
Los BRICS, acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, son un grupo que durante varios años no han sido tomados muy en serio a pesar de haberse constituido formalmente en su primera cumbre de 2009, en Ekaterimburgo, Rusia, aunque en ese momento eran cuatro países pues Sudáfrica fue integrada hasta 2010.
Tildados de “economías emergentes” además de que en su seno existían regímenes “totalitarios”, se valoró poco su desarrollo, no obstante, el grupo en 2015 creó el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por sus siglas en inglés) el cual con el paso del tiempo ha sido una alternativa de créditos a países que desean no recurrir al Banco Mundial. El Nuevo Banco de Desarrollo financia proyectos de infraestructura no sólo a sus países miembros sino también a mercados emergentes y países en desarrollo, con la enorme ventaja de ser créditos menos feraces y no obligar a los peticionarios a asumir una agenda política al interior de sus países.
A pesar de tratarse de países no desarrollados, sus poblaciones son de las más grandes del mundo, como el caso de la China e India, y sus economías también, por ello en abril de este 2023 nos enteramos que los BRICS superaron por primera vez el Producto Interno Bruto (PIB) de los países del G7 (EU, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá), pues el PIB de los BRICS llegaba a representar el 31.5% del PIB mundial, en tanto el del G7 quedaba en segundo lugar, con 30.7%.
Poco a poco y en sus cumbres de cada año, este grupo de naciones han ido forjando una influencia mayor. Otro motivo de demérito para el grupo ha sido las grandes diferencias entre sus economías, lenguas y cultura, además de diferencias entre ellos, en ocasiones vemos serios conflictos, como el que presenta India en su frontera con China, aunado a su rivalidad económica, política y cultural, pues se trata más que de países, de dos civilizaciones con una visión propia y a India le preocupa el aumento de la influencia China y busca a toda costa hacerse de un lugar propio en el mundo, sin quedar bajo su férula.
El caso de Brasil con la llegada de Bolsonaro fue otra prueba, sin embargo, a pesar de sus posiciones políticas, el ex presidente brasileño siguió firme en el grupo y ahora con el regreso de Lula da Silva, ha retomado un lugar destacado, pues ni más ni menos que su aliada política, la ex presidenta Dilma Rousseff fue nombrada presidenta del Banco BRICS en marzo de este año. Otro momento delicado para el grupo fue cuando Rusia decide invadir Ucrania en febrero del año pasado, con las consecuentes sanciones económicas y financieras de “occidente” (EU y aliados), ante lo que el grupo decidió no apoyarlas como sucedió, de hecho, prácticamente con todo el Sur Global, pues ni África, Asia o América Latina condenó o cortó relaciones con Rusia.
Por el contrario, las sanciones financieras de EU y Europa a Rusia, hizo que los BRICS vieran la necesidad de dejar de depender del dólar, ante lo cual han empezado a explorar la opción de realizar sus intercambios comerciales en sus propias monedas, este movimiento ha sido un duro golpe para los países occidentales y ha sido muy efectivo propagandísticamente hablando, pues en todo el mundo ya se habla de la “desdolarización” en marcha, esto también debido a que países como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, grandes países productores de petróleo, decidieron vender su petróleo a China no a cambio de dólares, sino de yuanes chinos.
De esta manera, en la pasada cumbre de los BRICS había la expectativa de que se tocara el tema de una “divisa BRICS”, una moneda con la que pudieran abandonar el dólar, sin embargo, diferencias políticas, sobre todo con India, que mantiene excelentes relaciones con EU, así como logísticas, ya que la infraestructura para realizar esta idea es gigantesca, impidieron el anuncio, no obstante la cumbre dio la campanada al anunciar su decisión de ampliarse extendiendo la invitación a seis nuevos miembros: Argentina, Egipto, Argelia, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, sí, éstos últimos tres países, enormes productores de petróleo y además de gas, en el caso de Irán.
Los ajustes políticos en el orden mundial así como el nuevo tamaño y trascendencia de los BRICS, los veremos en una segunda parte.