Por Ixchel Joselyn Hernández Palma
¿Por qué la preocupación central de que los jóvenes ocupen cargos políticos, se versa en el argumento de la inmadurez? esta “inmadurez” que se ha venido mencionando, no va a depender de la edad sino de la falta de interés y participación de la sociedad civil en temas políticos; y la incapacidad del desarrollo dentro de los partidos.
La edad no es una métrica objetiva sobre la madurez y la preparación que tienen las personas, ya que no existe como tal una absoluta y el dasein del ser humano no es estático, pues es un proceso constante, al no poder ser significado dentro de la conciencia colectiva, se vuelve un término subjetivo, expresando que una persona adulta puede ser menos madura que un menor de edad, pues la falta de esta y profesionalismo, depende más del interaccionismo simbólico y del capital social-cultural al que este tenga acceso.
El rechazo de bajar la edad para ocupar un puesto político, carece de sentido, pues se puede ver a servidores públicos –de más de 40 años– haciendo trends de tiktoks jugando “manitas calientes” en el Pleno de la Cámara –justo como lo que harían los jóvenes a los que tanto critican–.
La discusión expone la nueva composición orgánica para ocupar un puesto político, que modifica los artículos constitucionales –aprobada en San Lázaro–, ya que reduce los años para ser diputado (de 21 a 18), senador (de 25 a 21) y secretario de Estado (de 30 a 25). Esto ha traído consigo una serie de controversias y cuestionamientos alrededor del tema, pues “el ser joven” no permite “dar el ancho” –como los hacen los servidores públicos antes mencionados–. Asimismo, otra de las problemáticas planteada, es el tráfico de influencias, debido a los famosos nepobabies y surge este cuestionamiento ¿Los jóvenes son los únicos que hacen uso de esta práctica?
El temor hacia los nepobabies políticos es la idea falaz del apoderamiento de los espacios que no están preparados para ocupar, abriendo el debate de sí las personas sin estudios universitarios ocupen puestos de representación, y sí la falta de preparación académica es tan importante ¿por qué no decimos nada de que hay curules y escaños ocupados por personas sin título universitario?
La participación de los jóvenes se maneja como el factor de oferta-demanda política. Donde el mensaje por parte de los “críticos” ignoran por completo que los jóvenes no se van a apoderar de todos los espacios de representación en las próximas elecciones, puesto que no existe una cuota mínima de participación de este sector.
La realidad en la que se vive, es que el Estado no puede garantizar la educación digna y de calidad para toda la población, por lo tanto, la exclusión a sectores menos favorecidos, se traduce en la marginación sistémica en temas políticos.
La educación da cabida al conocimiento y el conocimiento es contante, aunque persona adulta haya tenido mayor tiempo para desarrollar más entendimiento práctico y técnico, la ontología anacrónica los representan en las discusiones arcaicas del siglo pasado, donde miles de problemas latentes siguen sin resolverse tales como: la violencia estructurante, la mala educación institucionalizada, problemas de gentrificación, el escaso conocimiento en crypto monedas, las avanzadas IA (inteligencia artificial) que surgen a pasos agigantados. La nueva visión de los jóvenes, que forman parte de su cotidianidad, ofrece la oportunidad de soluciones en prácticas e innovaciones.
La iniciativa no te obliga a votar por alguien de 18 años, esta iniciativa busca abanderar las causas en el pleno para visibilizar a los jóvenes, y aunque si se quiere un cambio real para el país, no se debe replicar los errores del pasado que tanto se crítica.
¿Por qué nos quejamos de que los actores políticos no respetan la democracia, si la propia constitución no lo hacía? nosotros no queremos ser políticos acartonados, no queremos levantarnos el ego con aplausos, no queremos que nos compren con un concierto, con una beca o un sándwich y frutsi.
Lo que la reforma busca es hacer valer la Constitución y sus mandatos que indica que un mexicano al cumplir los 18 años pasa a ser ciudadano por consiguiente todos los derechos y deberes de la ciudadanía deberían de obtenerse. Hay que entender que un legislador no toma la decisión por sí solo, son decisiones concertadas que se toman junto con los otros legisladores y que la idoneidad de un candidato se la damos nosotros como población con nuestro voto.
Es bueno que se cuestione si los adolescentes tenemos la madurez, la capacidad, porque el problema no radica en la edad.
Se habla del relevo generacional y de que los jóvenes somos el futuro de México, cuando en realidad somos el presente, como las encuestas lo indican seremos nosotras y nosotros las y los que definiremos las elecciones de 2023 y 2024.
Si se quiere vivir en una sociedad democrática los espacios de participación política no pueden estar reservados para unos cuantos.
Ixchel Joselyn Hernández Palma
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