Por Arturo Prida Romero
Presidente del IX Consejo Nacional del PRD
Iniciamos esta semana con notas acerca del día internacional de la mujer, la opinión pública se volcó sobre una importante marcha en el centro del país que concentro a más de ochenta mil mujeres que en su conjunto y a una voz exigen mejores condiciones para las mujeres de todo el país. Esta semana también iniciamos con una noticia que no ha sido dimensionada justamente, por los distintos medios de comunicación ni por la opinión pública, la baja del precio del peso frente a otras monedas como el dólar y el euro.
El peso mexicano se desplomaba frente a las monedas internacionales, hasta llegar a su punto más bajo en años. Luego de que un fuerte declive en los precios del petróleo provocará una reacción en cadena a la baja en las bolsas de todo el mundo y en especial en los precios del petróleo a nivel internacional.
¿Qué paso con el precio del petróleo y por qué bajo tanto y tan rápido de precio? Bueno, esto se debe a un desacuerdo entre los países miembros de Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que se dio el pasado 06 de marzo, sobre un posible recorte en la producción de 1.5 millones de barriles diarios, ante la volatilidad provocada por la crisis del coronavirus, el cual a ralentizado el mercado internacional.
Dicho en otras palabras, el desacuerdo surgió sobre si los países productores de petróleo debían o no, intencionalmente extraer menos petróleo de su capacidad instalada. Ante lo que Rusia y Arabia Saudita, ambos miembros de esta organización, no lograron ponerse de acuerdo, provocando que el Emirato Árabe, quien ostenta el título del segundo país que más petróleo extrae y que además posee las segundas reservas más importantes del oro negro decidiera levantar las reducciones sobre su producción y lanzará la oferta de sus productos a un menor precio a toda Europa, Medio Oriente y Estados Unidos, provocando que el precio del barril de petróleo, internacionalmente se depreciara hasta en un 25% en tan solo un fin de semana.
En síntesis, podemos decir, que la baja en los precios del petróleo, benefició al dólar estadounidense y afectó directamente a nuestra moneda y nuestra bolsa de valores. Las acciones de Arabia Saudita y su plan de producir más de 10 millones de barriles de petróleo por día comenzando en abril y que además lo hagan reduciendo sus precios, con la finalidad de que las refinerías les compren petróleo a los saudíes sobre otros proveedores, es el comienzo de una nueva guerra comercial internacional, una guerra por el precio y la oferta de hidrocarburos.
Hoy en un hecho que la gigante petrolera saudí, Arabian American Oil Company (Aramco), redujo el valor de varias de sus marcas de crudo con el objetivo de aumentar sus exportaciones, aunque esto no trajo ningún beneficio aparente a la propia empresa. Puesto que la reducción del coste por barril en Asia, de las marcas Arab Light y Medium descendió cerca de 6 dólares, colocándose entre 3 y 4 dólares debajo del precio de referencia para este tipo de petróleo. 2
Aramco también bajó los precios del crudo entre 6 y 8 dólares por barril para los consumidores del noroeste de Europa y de la región del Mediterráneo. La rebaja de 8 dólares por barril es un directo desafío para Rusia, país que vende una gran cantidad de petróleo al noroeste de Europa.
Para las personas que no somos muy conocedores del tema petrolero podemos apreciar la trascendencia de estas acciones bajo una sencilla primicia, se trata del mayor recorte en los precios oficiales del crudo saudí en los últimos 20 años, colocando el precio del petróleo en condiciones similares a 1991.
Se espera que la producción del oro negro en Arabia Saudí supere los 10 millones de barriles diarios en abril, lo que supondrá un aumento de más del 3% respecto al volumen de febrero, aunque Los pronósticos más optimistas apuntan a que los saudíes podrán extraer unos 12,5 millones de barriles diarios, lo que significara para México un debilitamiento de la industria petrolera en el país.
Arabia Saudí inició una guerra de precios a nivel internacional, cuyas consecuencias aún son difíciles de predecir, sin embargo, existe un escenario que se mantiene constante, la tendencia a la baja en el costo del petróleo, y con ello una problemática para el país, puesto que aún existen importantes agujeros presupuestarios que llenar en las finanzas públicas.
Lo que iniciaron los saudíes sin duda será copiado por otros productores de crudo del golfo Pérsico y del mundo, y podría poner fin a una práctica de control de precios bastante común en la región, propiciando que los precios vuelvan a una inercia de oferta y demanda.
El dar un paso tan arriesgado no podía pasar desapercibido para la empresa saudí, como resultado, Aramco, perdió el 4,85% de su valor después del anuncio. La caída del gigante saudí arrastró consigo a los principales índices bursátiles de la región desplomando las bolsas de Dubai, Abu Dabi y Kuwait entre un 5,3% y un 6,4%. Por su parte, los bancos de la región también sufrieron pérdidas, tan sólo el banco NBD de los Emirates Árabes Unidos, perdió 9,6% mientras que, por su parte, las acciones del Primer Banco de Abu Dabi y las del Banco Nacional de Kuwait se desplomaron un 8,5 % y un 8,2% respectivamente.
A nivel internacional el anunció hizo tambalear a bolsas y empresas de todo el mundo, por ejemplo, el petróleo West Texas Intermediate (WTI) redujo su precio de 41.28 a 33.3 dólares por barril, es decir, un descenso de 19.33%. De la misma forma, del crudo Brent del norte cayó un 18.42%, pasando de 45.27 a 36.93 dólares por barril.
México necesita según la Ley de ingresos 2020 un precio de 49 dólares por barril para satisfacer las finanzas públicas, el día de hoy tras una caída de 37% en su precio el barril de la mezcla mexicana a alcanzado el bajísimo precio de 24.43 dólares. Esta reducción en el precio puede llevar a las finanzas públicas del país a tener problemas para allegarse de recursos para cuestiones tan indispensables y urgentes como contrarrestar los efectos del coronavirus.
Sin embargo, la situación mexicana se complica debido a que todo el año anterior la economía no funcionó adecuadamente y se encuentra en una recesión técnica. Dando como resultado que el nulo desarrollo económico actual, al sumarse a una mayor percepción de riesgo a nivel global por el coronavirus que también ralentiza el mercado y la caída del precio del petróleo haya provocado la caída de la divisa mexicana. 3
Es un indicador de que algo más grande se avecina puesto que la realidad es, que esto es sólo un efecto, más no la enfermedad, el síntoma que representa la salida de capitales internacionales del país buscando refugio en activos considerados más seguros, como el oro, el yen y la deuda de países solventes, principalmente Estados Unidos y Alemania, puede interpretarse como el inicio de una nueva crisis financiera internacional.
Ante lo que la pregunta obligada es ¿México está preparado para sortear los efectos de una guerra comercial entre EEUU y China o; una guerra petrolera entre Arabia Saudita y Rusia?
Ahora es cuando más valdría tener a un presidente con una amplia visión mundial y no uno que no gusta ni de atender las grandes cumbres mundiales. Ahora es cuando más vale no haber destruido con un odio ciego, obras como el nuevo aeropuerto de la CDMX, el cual despertó gran preocupación sobre el papel de México frente a sus compromisos y anunció el rumbo que tomaría la gestión de la presidencia, alejando a los capitales e inversionistas internacionales.