Actualmente el mundo de los negocios no es exclusivo de hombres como lo fue a lo largo de la historia de la economía. Según datos de la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) compartidos a NotiPress,14 por ciento de las empresas exportadoras en dicha región tienen al mando una mujer. El resultado de esto, es que tales empresas digitales con mandos femeninos son 1.2 veces más productivas respecto a las dirigidas por el sexo masculino.
Tales firmas con dirección femenina, también poseen una tendencia a dar oportunidades gerenciales a sus congéneres en una proporción mayor de 7 puntos porcentuales. Las mujeres en Latinoamérica han sabido aprovechar las herramientas digitales para emprender en un contexto donde aún permanecen a cargo de tareas tradicionales como el hogar y los hijos. Y aunque no es el caso de todas, estás herramientas han ayudado al desenvolvimiento del sexo femenino en los diferentes rubros económicos digitales.
Sumado al reto de la interacción de sus actividades de emprendimiento y cotidianas, hay otra brecha en la cuestión del acceso a internet. Pues dicho instrumento ha sido esencial para que la compaginación de estos distintos aspectos pueda ser llevada a cabo de manera exitosa. No obstante, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sigue siendo amplia la brecha digital de género, más visiblemente en áreas urbanas. Lo cual no permite reproducir y extender el éxito que representa la participación femenina respecto a la producción reflejada cuando ellas están al mando.
En aras de reconocer los esfuerzos del sexo femenino para integrarse en los sectores de emprendimiento, microemprendimiento digital, política pública y comunidad, ALAI ha lanzado una convocatoria. Se trata de Mujeres en la Economía Digital, cuya finalidad es reconocer y a la vez concientizar sobre los entornos donde la participación de las mujeres ha sido esencial.
Una webinar del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) afirmó la importancia de dar crecimiento a las herramientas digitales es clave para poder cerrar la brecha de género en el sector privado. Además de la implementación de iniciativas de educación y conexión entre empresas con los mismos ideales de desarrollo que cuando menos permitan avanzar hacia la igualdad de género.
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