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sábado, noviembre 23, 2024

La Institución Millenial que ha Organizado la Vida Democrática en México

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El Instituto Nacional Electoral es producto de varias transformaciones democráticas electorales en la historia de nuestro país.  A través de un bagaje de desconfianza electoral que duró décadas y conforme crecían los movimientos sociales y políticos después del fraude de 1989 y conforme el pluralismo político ganaba representatividad en el Congreso de la Unión así como en el territorio nacional así fue como se formó el antes Instituto Federal Electoral ( IFE).

Al mismo tiempo que los movimientos feministas, las exigencias de respeto a derechos humanos de la diversidad sexual y la emergente izquierda radical en México fue que en 1990 se expidió el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y se ordenó la creación de un organismo público para organizar las elecciones federales. El Instituto Federal Electoral. Es también en este año que comenzaría a consolidarse la liberalización del ámbito político. En 1994 después del levantamiento del Ejército Zapatista en Chiapas y la muerte del Candidato Presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta buscando evitar la debilitación del sistema político se presentó una reforma electoral conocida como “ Los Acuerdos de Barcelona “, está reforma integró las figuras de observadores electorales e instauró las figuras de los Consejeros Ciudadanos, en Mayo de ese mismo año se realizó el primer debate presidencial y fue transmitido por televisión abierta.

A pesar de que el IFE aún era presidido por el titular de la Secretaría de Gobernación la ciudadanización del árbitro electoral y los mecanismos para blindar las elecciones generaba confianza por la incorporación de ciudadanos en la organización de elecciones, está medida fue fundamental para construir la autonomía en el Instituto Federal Electoral. 

Para 1997 en un país electora y políticamente más plural el Congreso de la Unión hace la modificación al artículo 41 de la Constitución para que las facultades electorales que pertenecían al poder Ejecutivo se depositaran en el IFE y la condición electoral se pusiera en manos de los ciudadanos. Es entonces que a siete años de su creación alcanzaba la autonomía plena en torno a la organización democrática y electoral del país.

A través de esta modificación la pluralidad política fue efectiva cuando por primera vez en la historia de nuestro país el gobierno en el poder no tenía mayoría absoluta y eso colaboró a la consolidación del Instituto Federal Electoral en cuanto a la confianza que los ciudadanos depositaban en los procesos electorales quedando de manifiesto el poder del voto y la importancia de la organización ciudadana.

En el 2006 cuando la diferencia entre el ganador de la elección presidencial y quien había obtenido el segundo lugar fue menor a un punto porcentual y la situación política se polarizo es allí donde se descubrieron algunas mejoras en los ámbitos de fiscalización,  en el acceso en tiempos de radio y televisión y en la forma de impugnación de los resultados electorales. Ante los señalamientos de estas irregularidades el Poder Legislativo emprendió una nueva reforma electoral, está reforma buscaba reducir y controlar gastos en las campañas electorales así como regular el acceso a los medios de comunicación de manera equitativa. La reforma aumentó las facultades del IFE en materia de fiscalización, está serie de reformas culminó en Febrero de 2014 con la nacionalización del Instituto Electoral eliminando al IFE para dar paso al Instituto Nacional Electoral. 

México a través de su Instituto Nacional Electoral es un referente a nivel internacional en cuanto a asistencia técnica electoral y prácticas democráticas además de que a través de su base de datos colabora en la búsqueda e identificación de personas desaparecidas en el país de igual manera fomenta la educación cívica en la ciudadanía por lo cual debemos estar orgullosos de como hemos transitado de un sistema político y electoral hegemónico a una democracia participativa y plural donde los ciudadanos son el eje rector de estas transformaciones. Conforme han pasado los años, estas transformaciones democráticas al INE se le ha sobrecargado de funciones y responsabilidades por lo cual debemos estar pensando en transitar en facultades delimitadas para el Instituto que le permitan enfocar sus esfuerzos de una manera más efectiva que se impulse en una confianza sostenida de sus atribuciones.

Sirva comentar que la sobrecarga de facultades es responsabilidad de la legislación electoral la cual la redactan los partidos representados en el Congreso de la Unión, quienes designan a los Consejeros Electorales son la Cámara de Diputados y Senadores. Tal vez en la actualidad se les olvida a los partidos políticos ya que es una verdadera contradicción que ellos designen al árbitro y acto seguido sean ellos mismos quienes descalifican al árbitro cuando los resultados electorales no les favorecen.

Los nuevos tiempos que estamos viviendo en el ámbito político y democrático exige una constante defensa de la Institución garante de la Democracia en el país, ante los embates que desde el Congreso de la Unión lanzan la amenaza de pretender controlar al INE queriendo regresar treinta años en la historia respecto a los avances democráticos de nuestro país. Los ciudadanos estar al frente de esta batalla de manera organizada defendiendo y sosteniendo al Instituto Nacional Electoral de manera que evitemos que el partido en el poder vulnere nuestra vida democrática y la Institución que la garantiza. 

Las juventudes debemos entender que la construcción de la Democracia es una obra inconclusa y que requiere de nuestra participación activa, nuestro liderazgo responsable e informado es imprescindible en la vida política donde debemos generar espacios de participación más allá de las urnas, entendiendo a la Democracia como una herramienta progresiva que nos exige estar al frente de los cambios políticos y sociales, sosteniendo que el Instituto Nacional Electoral es un pilar fundamental para garantizar una democracia efectiva y coadyuvar con el INE en esta transformación, recordando que el mundo de la vida política que era hace treinta años no deberá ser bajo ninguna circunstancia el retroceso que debamos enfrentar el día de hoy.

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