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jueves, noviembre 21, 2024

LA CAÍDA DEL SISTEMA EN LA UNAM

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Por: Hendrik Ortega. 

El pasado 24 miércoles de abril, se llevarían a cabo las elecciones internas en la Universidad Nacional Autónoma de México en Ciudad Universitaria, Facultades de Estudios Superiores y en campus universitarios fuera de la Ciudad de México para elegir Consejeros Universitarios, Académicos y Técnicos representantes de alumnos y profesores. Sería la primera elección presencial después del confinamiento social por la pandemia COVID-19, además se preveía alta participación de la comunidad universitaria ya que, nuestro país se encuentra en periodo electoral para elegir a la próxima Presidenta de México y el furor que causa una elección presidencial, también impacta en la Universidad de la Nación incentivando la participación para que las y los alumnos elijan a sus representantes.

Pero ello no sucedió, el miércoles a las nueve de la mañana debía estar habilitada la plataforma electrónica para que la comunidad universitaria emitiera su voto, al ingresar gran cantidad de personas para sufragar a sus representantes, la plataforma colapsó, y así permaneció las primeras 3 horas de la jornada electoral; la página web encargada de las votaciones servía a ratos, y se metían votos a cuenta gotas. Pasado el mediodía el rector de la universidad, Dr. Leonardo Lomelí, realizó comunicados de prensa para informar que por “causas de fuerza mayor” se posponían las elecciones universitarias hasta nuevo aviso. Algo inédito para la historia de la Universidad de la nación, nunca se habían cancelado las elecciones en toda la entidad académica completa.  Miles de estudiantes y profesores se quedaron esperando en los centros de cómputo instalados en las facultades o tratando de entrar desde sus celulares a la plataforma para ver si podían emitir su voto. 

Por supuesto que no se hicieron esperar las opiniones conspiranoícas sugiriendo que la UNAM se encontraba bajo ataque de hackers enviados por el gobierno para controlar las elecciones de su máximo órgano de representantes. 

Lo que sí creo es que, la caída de la plataforma electoral universitaria no es cosa menor y lo sucedido merece una reflexión que resulte en propuestas para la modificación y actualización del sistema electoral universitario. Es muy relevante salvaguardar los principios rectores de la función electoral como son la legalidad, imparcialidad, objetividad, certeza, autonomía, independencia y equidad, sobre todo en el proceso para elegir representantes ante el Consejo Universitario, ya que es el órgano legislativo más grande en México después del Congreso de La Unión, y mediante sus comisiones toma decisiones sumamente relevantes como; la destinación del presupuesto anual que equivale al que reciben 3 entidades de la República, determinar medidas de seguridad que impactan en 380 mil personas que convergen a diario en los diversos campus, y además, es el único cuerpo colegiado con facultad jurídica para realizar modificaciones al Estatuto General, que norma la estructura administrativa y forma de gobierno de la UNAM. Incluso el grupo parlamentario de MORENA, en un acto totalmente injerencista e ilegal pretendió usurpar dicha facultad exclusiva del Consejo Universitario para sugerir la modificación de la forma de elección del Rector, abrogando la existencia de la Junta de Gobierno por considerarla una figura “antidemocrática”, “neoliberal” “opresora” y todos los adjetivos descalificativos que están de moda al interior de la 4T. No es un secreto que existen grupos al interior del gobierno y del grupo parlamentario ya mencionado, con interés de realizar reformas estructurales que socaven la autonomía de la máxima casa de estudios, por eso es importante, cuidar la forma de elección interna para tener un Consejo Universitario autónomo a intereses ajenos a la comunidad universitaria. 

Mi opinión muy personal es que, es pertinente que la Comisión permanente de presupuesto, analice seriamente la posibilidad de destinar presupuesto para que el Instituto Nacional Electoral, organice todas las elecciones internas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Realizando un convenio de colaboración para que, el INE se encargue de la emisión del padrón de electores estudiantes y profesores, la emisión del padrón de candidaturas elegibles, desarrolle la jornada electoral con urnas físicas en cada facultad y entidad académica, así como disponga de urnas virtuales para estudiantes que se encuentren en la modalidad a distancia, y lo más importante; asegure la legalidad de la elección, verifique el conteo de votos y emita resultados electorales certeros. Por supuesto que para que ello suceda, la Comisión de Legislación Universitaria tendrá que realizar reformas para normar qué tareas llevará a cabo el INE sin vulnerar el sentimiento de autonomía que permea en el pensamiento colectivo de la comunidad universitaria, así como normar las facultades concurrentes que deberá tener con otras comisiones como la Comisión de Honor o el Tribunal Universitario en caso de que el personal académico y/o alumnado cometan faltas que vulneren la legalidad del proceso electoral. 

Si existe voluntad y concertación política, todo lo que sea necesario para delegar la organización de las elecciones al interior de la UNAM en el Instituto Nacional Electoral, saldrá sobre la marcha. Nuestra universidad es una institución de alto interés público, y sería valioso que el INE; siendo la institución con mayor percepción de confianza a nivel nacional, lleve a cabo dichas tareas de organización para tener elecciones confiables en el semillero intelectual de nuestro país.

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