Ante una creciente crisis humanitaria en la frontera entre México y Estados Unidos, la administración de Joe Biden, reconoció que el cambio climático es uno de los factores que impulsan a los migrantes de Centroamérica a buscar el sueño americano. El gobierno estadounidense reconoce la necesidad de aumentar los esfuerzos de adaptación para ayudar a aliviar la situación.
El desafío no se limita en el éxodo; en 2020, los desastres naturales a nivel global hicieron que 30 millones de personas migraran a una de las 14 ciudades más grandes de Estados Unidos. Datos del Centro de Monitoreo de Desplazados Internos destacaron que al menos un millón de estadounidenses se movieron debido a algún tipo de siniestro, destacando en primer lugar los incendios forestales.
A raíz de esta situación, expertos de la Universidad de Stanford, analizaron los factores de comportamiento y el clima y la manera en que el cambio climático influye en la migración. Por ejemplo, Chris Field, científico del clima en la institución señaló que mejorar las políticas podrían a ayudar a aliviar el problema. “La solución podría venir desde el cambio en las leyes climáticas y mejorar las oportunidades de adaptación relacionadas con el clima”, agregó.
De igual manera, Gabrielle Wong-Parodi, científica que estudia el comportamiento de las personas ante desafíos asociados con el cambio climático señaló. “Una propuesta fehaciente podría estar enfocada en analizar cómo las personas reaccionan ante los problemas de un cambio ambiental a nivel internacional”.
Según los expertos, el cambio climático podría ser un multiplicador de amenazas, es decir, podría desencadenar desde una inseguridad económica hasta la inestabilidad política de alguna nación. “Sin una fuente constante de alimentos o ingresos, un agricultor puede buscar otras producciones de sustento en una ciudad más cercana o más al norte”.
Aunado a ello, el efecto invernadero ha hecho que los fenómenos ambientales extremos sean más frecuentes, por tanto, más fuertes. Esta situación podría contribuir a las decisiones migratorias, pero todavía no existen pruebas sólidas para respaldad dicho argumento. El cambio climático ha afectado los flujos migratorios netos hacha la frontera entre México y Estados Unidos, pero este solo puede ser un factor de cientos.
Hasta el momento, los científicos esperan tener soluciones a largo plazo, detener el cambio climático será un factor crucial para frenar las migraciones. Sin embargo, a corto plazo, hay muchas maneras efectivas de disminuir la vulnerabilidad, desde el fortalecimiento a las leyes agrícolas, hasta soluciones aplicadas a comunidades locales.
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