Las confrontaciones entre manifestantes y la policía en Hong Kong se han intensificado este jueves por cuarto día consecutivo, que volvieron a forzar el cierre de escuelas y bloquearon carreteras y otros enlaces de transporte para interrumpir el centro financiero.
Las avenidas principales fueron obstruidas con barricadas de ladrillos y palos, se cerró un importante túnel que conecta entre puertos, mientras que las estaciones de metro se encontraban cerradas y los servicios de autobuses fueron suspendidos ante el caos generado en la ciudad de 7.5 millones de personas.
Las escuelas y universidades también fueron cerradas y los hospitales aplazaron las operaciones que no eran de emergencia, mientras el gobierno instó a los empleadores a ser flexibles con los trabajadores ante la dificultad para desplazarse, señaló Channel News Asia.
Debido a que la situación no tiene visos de mejorar a corto plazo, las autoridades educativas decidieron mantener cerradas todas las escuelas, desde guardería a universidad, por razones de seguridad.
Las protestas en Hong Kong se han recrudecido tras la violenta jornada de huelga del lunes pasado, que dejó dos heridos graves: un joven de 21 años que recibió un disparo de un policía y un hombre al que prendieron fuego tras haberse enfrentado verbalmente con manifestantes.
La víspera grupos de manifestantes hicieron destrozos en la mayoría de las estaciones ferroviarias, obstruyeron las vías férreas y levantaron barricadas en las avenidas más concurridas, lo cual dificulta el desplazamiento de las personas.
Las manifestaciones comenzaron el 9 de junio a raíz de un polémico proyecto de ley de extradición, ya retirado por el gobierno, pero el movimiento se transformó en una denuncia por el recorte de libertades y la falta de reformas democráticas, en el mayor desafío de la excolonia británica desde la Revolución de los Paraguas de 2014.
Las primeras descargas de gases lacrimógenos fueron disparadas la madrugada del jueves por la policía cerca de la Universidad Politécnica de Hong Kong, cuando se hizo un llamado para que los manifestantes se concentraran en el campus.
La jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, insistió en que su gobierno no sucumbirá a la violencia, pero advirtió que está al borde de un punto sin retorno, mientras China exigió una vez más a Estados Unidos y Reino Unido a abstenerse de interferir en los asuntos internos de Hong Kong.
En tanto, China instó a Estados Unidos a dejar de impulsar proyectos de ley relacionados con Hong Kong, a dejar de apoyar las actividades criminales y de usar a Hong Kong para interferir en los asuntos internos de China.
NTX