El gobierno del presidente Donald Trump ha anunciado la compra por 1,500 millones de dólares de 100 millones de dosis de la vacuna mRNA-1273, desarrollada por la compañía farmacéutica Moderna con el objetivo de combatir la pandemia de Covid-19, que se ha cobrado casi 165 mil vidas en Estados Unidos.
El objetivo de este acuerdo comercial entre gobierno y la farmacéutica privada es cubrir los costos de desarrollo y producción de la vacuna para proveer a la población del país una opción de vacunación segura y gratuita contra el SARS-Cov-2. Aunque, en un comunicado, la empresa aclaró que la administración de la dosis por parte de un profesional de la salud está sujeta a precio.
El primer participante en las pruebas llevadas a cabo por el Instituto nacional de enfermedades infecciosas y alergias (NIAID) de Estados Unidos fue administrado con la vacuna de Moderna en marzo 16 de 2020. Posteriormente, las pruebas de fase 2 se llevaron a cabo a lo largo de junio en 600 pacientes, 300 adultos de 18 a 55 años y 300 personas de la tercera edad.
Las pruebas de fase 3, las últimas necesarias antes de validar la efectividad de una vacuna, dieron comienzo el 27 de julio y aún se están llevando a cabo en este momento con el auspicio del NIAID y el Biomedical Advance Research and Development Authority (BARDA) en una población de 300 mil habitantes de la unión americana.
Asimismo, esta financiación forma parte de una estrategia gubernamental más grande conocida como Operation Warp Speed, la cual reúne varias dependencias del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos en un esfuerzo por vigilar e impulsar los diversos desarrollos de vacunas con el objetivo de encontrar una viable para su administración masiva de 300 millones de dosis antes del próximo año 2021.
Contrario a los deseos del presidente Donald Trump, el directo del NIAID, Anthony Fauci, considera que es poco probable que la vacuna desarrollada por Moderna, que utiliza el mecanismo de ARN mensajero para inhibir la reproducción del Covid-19 en células humanas, esté lista para las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, previstas para noviembre de 2020.
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