Por Jesús Zambrano Grijalva
Presidente Nacional del PRD
El fin de semana pasado se difundió un video en redes sociales en el que se observa la entrada triunfal de una caravana de vehículos artillados con sujetos encapuchados y armados, desfilando por la calle principal de San Gregorio Chamic, del municipio Frontera Comalapa, Chiapas. Los marchistas eran acogidos con vivas y aplausos por los habitantes en agradecimiento por haberlos liberado del Cartel Jalisco Nueva Generación.
Pero aquellos sujetos emancipadores no eran soldados del Ejército mexicano, ni tampoco indígenas guerrilleros, eran sicarios de un cartel contrario. ¡Arriba Sinaloa! se escucha vociferar a los habitantes en alusión al Cártel de Sinaloa.
Este desfile tan singular es la viva imagen de un Estado fallido y viene a confirmar, una vez más, lo que el jefe del Comando Norte de Estados Unidos, Glen VanHerck, aseguró en marzo de 2021: los cárteles del crimen organizado controlan alrededor del 30 al 35% del territorio mexicano.
La Diócesis de San Cristóbal de las Casas en un comunicado titulado “Chiapas desgarrado por el crimen organizado” así lo denunció: “El silencio de las autoridades pone en riesgo la integridad humana y demuestra un Estado fallido, rebasado y/o coludido con los grupos delincuenciales.”
Y es que este gobierno con su fallida estrategia de seguridad de “Abrazos, no balazos” está dejando a la población en manos de los criminales. Es realmente trágico que el único límite que están encontrando los carteles del narcotráfico sean los otros cárteles con los que se disputan el territorio. El combate al crimen organizado en México es el principal fracaso de López Obrador que prometió que en los primeros seis meses de su gobierno disminuiría la violencia y en cambio está terminando su mandato como el sexenio más violento de nuestra historia con más de 160 mil homicidios dolosos.
Si a todo esto le agregamos la reveladora investigación publicada la semana pasada en la revista Science que por medio de un modelo matemático calcula que, si se toma como un todo, el crimen organizado es el quinto proveedor de “empleo” en México, se puede entender que el Estado está siendo rebasado en obligaciones que son su razón de ser.
Por increíble que parezca, hasta ahora no se ha implementado ningún operativo de seguridad en la zona, no ha habido acción, ni reacción del gobierno por intentar recuperar el territorio o restablecer el orden. El Estado sigue estando ausente en esta comunidad de la frontera entre México y Guatemala. El gobernador morenista de Chiapas, Rutilio Escandón, se ha mantenido en silencio mientras que López Obrador ha calificado el suceso como “propaganda” y ha hecho un llamado infame a los habitantes de la zona para que “no se dejen someter”.
Como si los habitantes de San Gregorio Chamic, al igual que miles de mexicanas y mexicanos de otras partes del país, tuvieran otra alternativa. La rendición de la sociedad ante las dádivas y falsa seguridad de las bandas del crimen organizado es porque este gobierno no tiene la disposición -ya sea por omisión o convicción- de protegernos. Estamos ante un Estado fallido, rebasado y coludido.
Artículo publicado el 28 de septiembre de 2023 en El Diario del Yaqui
