Investigadores estadounidenses encontraron como consecuencia del estrés crónico el envejecimiento del sistema inmunitario. Además de limitar el estrés en la vida, los especialistas sugieren a las personas llevar una alimentación nutritiva y ejercicio con el fin de contribuir a mantener un sistema inmunitario saludable.
Para conocer experiencias con el “estrés social”, investigadores de la Universidad de Michigan crearon Health and Retirement Study con una muestra nacional (Estados Unidos) de 5,744 adultos mayores de 50 años. Los participantes respondieron un cuestionario diseñado para evaluar sus acontecimientos estresantes, el estrés crónico, la discriminación cotidiana y la discriminación de por vida.
Además del cuestionario, los investigadores tomaron muestras de sangre a los participantes mediante las cuales observaron específicamente los linfocitos T. Según el sitio web de salud Mi Sistema Inmune, los linfocitos T, son células especializadas del sistema inmune que juegan un papel central como mediadores de la respuesta inmune celular.
Estas vertientes de la investigación se llevaron a cabo por los especialistas para conocer si podían encontrar una conexión entre la exposición al estrés y el debilitamiento del sistema inmunitario. Al analizar el estudio, los especialistas encontraron una amplia gama de envejecimiento del sistema inmunitario entre sujetos de edad cronológica similar, y la exposición al estrés como un factor.
De acuerdo con los resultados del estudio, los participantes que experimentaron niveles más altos de discriminación a lo largo de su vida y de estrés crónico tenían niveles más bajos de linfocitos T. Los linfocitos bajos circulaban por el torrente sanguíneo y dichos participantes presentaron niveles más altos de linfocitos T maduros que han localizado patógenos en el cuerpo.
Cabe mencionar, los investigadores del estudio descubrieron que la conexión entre el estrés y el envejecimiento inmunitario acelerado no era tan fuerte cuando se controlaban factores como la mala alimentación y el ejercicio poco frecuente. Mientras “las personas que experimentan más estrés tienden a tener malos hábitos de ejercicio y de alimentación” dijo Eric Klopack, investigador posdoctoral en la Facultad de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur California.
Finalmente, el investigador aseguró que los cambios relacionados con la edad en el sistema inmunitario desempeñan un papel fundamental en el deterioro de la salud. Como parte de intentar limitar el estrés en la vida y contribuir a mantener el desarrollo saludable de los linfocitos T, los investigadores sugieren una alimentación nutritiva y ejercicio.
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