Más de diez millones de mexicanos padecen osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos al volverlos quebradizos, representando un mayor riesgo de fractura. En México, el 18% de las personas con la enfermedad son mujeres entre 35 y 60 años, según datos de la Secretaría de Salud.
El tipo I de osteoporosis se asocia a la menopausia, mientras que el tipo II está asociado con la edad en personas mayores a 70 años, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor. Es el tipo II el más común en presentarse, sin embargo, ambos son un riesgo en la fractura de caderas.
Datos del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) estiman que, para 2050, la cantidad anual de fracturas de cadera llegará a 110 mil 055 casos. Es decir, sería cinco veces más la cifra registrada en 2005, cuando fueron 20 mil 725.
Existen varios factores para determinar que una persona tiene osteoporosis, por ejemplo, el factor genético, uso crónico de esteroides, artritis reumatoide, tabaquismo, consumir alcohol, entre otros. La doctora Lorenza Martínez Gallardo Prieto, geriatra e internista del Centro Médico ABC, comentó a NotiPress que frecuentemente las personas con osteoporosis desconocen el estar enfermas.
Según explicó, la osteoporosis no muestra signos o síntomas durante su desarrollo; pero, las fracturas más comunes son las de las vértebras, cadera, mano o muñeca. Sin embargo, dependerá de la edad y tipo de fractura, puede varias la gravedad del impacto, llegando a ser común la fractura de cadera en adultos mayores.
Para lograr el diagnóstico de la osteoporosis en una etapa temprana es comenzar con revisiones a partir de los 65 años en las mujeres o cinco años después de la menopausia. Por su parte, los hombres pueden iniciar revisiones a partir de los 70 años o antes si existen factores de riesgo, señaló la doctora.
Se puede diagnosticar por medio de la densitometría ósea, el cual de preferencia debe hacerse en la cadera y columna. El estudio, además de diagnosticar osteoporosis, diagnostica osteopenia, un desgaste en los huesos menor pero de todos modos de cuidado.
La osteoporosis no tiene cura, pero se puede controlar por medio de factores que mejoren la densidad ósea y su calidad. Entre esos factores se incluye una correcta alimentación con suficiente calcio y vitamina D, los cuales se puede conseguir por medio del consumo de almendras, tortillas, brócoli, frijoles, salmón o soja, entre otros. Otra acción es la exposición solar, no necesariamente de manera directa, todos los días por 10 minutos.
Realizar ejercicio de carga de peso, caminata o bicicleta, ayudan a regenerar el hueso, aumentar la fuerza muscular y mantener el equilibrio. Es recomendable hacer ejercicio 30 minutos al día, cinco días a la semana, de acuerdo con la intensidad indicada por un médico especialista.
Entre los tratamientos farmacológicos para la osteoporosis se encuentra el uso de bifosfonatos, los cuales ayudan a preservar la densidad y fortaleza ósea. La doctora Martínez comentó que es importante destacar que la recomendación de los medicamentos debe ser bajo indicación de un médico especialista, es decir, un endocrinólogo, aunque los ginecólogos y geriatras también pueden diagnosticar y dar tratamiento.
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