Por Jesús Zambrano Grijalva
Presidente Nacional del PRD
El 30 de septiembre de 2021, López Obrador envió a la Cámara de Diputados una iniciativa con la que pretende reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución en materia eléctrica.
Desde entonces manifestamos que iríamos en contra de la reforma porque contenía una serie de aristas retrógradas que provocarían afectaciones irreversibles a las familias mexicanas:
- La reforma vulnerará el derecho a la salud y a un medio ambiente sano porque prioriza el uso de diésel, combustóleo y carbón para la generación de energía.
- La reforma afectará gravemente al bolsillo de las familias mexicanas porque propone eliminar la competencia y otorgarle el monopolio del proceso de provisión de electricidad a la CFE, lo que se traducirá en un incremento a las tarifas de la luz y en más apagones, además ahuyentará la inversión y la generación de empleos.
- La reforma contravendrá el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, lo que nos expondrá a arbitrajes internacionales y a reclamos de indemnizaciones que terminaremos pagando todas y todos.
- La reforma alimentará la corrupción porque elimina a los órganos reguladores y otorga un poder sin precedentes al corrupto de Manuel Bartlett, por eso la reforma ha sido bautizada por la opinión pública como la “Ley Bartlett”.
Frente a lo anterior, las dirigencias nacionales de los tres partidos políticos que conformamos la alianza Va por México –PAN, PRI y PRD- presentamos una propuesta alternativa de reforma eléctrica que contempla las ideas vertidas en el Parlamento Abierto y que busca construir un mejor país en donde se impulse la transición a las energías limpias, se proteja al medio ambiente, se respete la autonomía de los órganos reguladores, se establezca un sistema eléctrico eficiente y se reduzcan los costos de las tarifas de energía eléctrica.
Desafortunadamente, la borregada de la 4T en la Cámara de Diputados, siguiendo al pie de la letra las instrucciones de su pastor, han dictaminado en comisiones la iniciativa presidencial “sin moverle ni una coma”, sin contemplar las ideas vertidas en el Parlamento Abierto por especialistas en la materia y sin considerar las propuestas de la oposición.
Además, han recurrido a sus ya muy conocidas artimañas legislativas, amenazando con cerrar los accesos de la Cámara de Diputados, amagando con albazos legislativos, echando para atrás los acuerdos de la Jucopo y aplazando la discusión para días inhábiles.
El presidente López Obrador no se ha quedado atrás; desde su púlpito mañanero ha atacado a los diputados de la oposición. La realidad es que están desesperados, no les dan los números, no saben qué hacer para romper la unidad de la oposición. Saben que el próximo domingo, o para el día que vuelvan a aplazar la discusión, la oposición en unidad rechazará el dictamen y que la “Ley Bartlett” quedará como un fracaso más de la llamada 4T.
Las y los diputados de la alianza Va por México cumplirán con el mandato de la ciudadanía, blindarán a la Constitución de cualquier reforma tóxica y retrógrada y votarán en contra de la “Ley Bartlett”.