Por Octavio Rocha
Una crisis de cualquier tipo es una ventana de oportunidades para quien tiene la visión y sabe aprovechar la situación; para quien sabe adaptarse a los cambios e innovar en búsqueda de soluciones.
Sin embargo aprovechar la situación no significa “aprovecharse” de la situación, es decir, sacar ventaja de manera alevosa. Por ejemplo, en esta actual contingencia frente al COVID19, no ha faltado quien ha elevado el precio de los cubrebocas y demás material de higiene. Esto definitivamente no contribuye en nada a una solución, no presenta ningún elemento innovador y por el contrario, perjudica a los consumidores.
Una crisis genera siempre nuevas oportunidades de mercado; los consumidores no dejan de consumir, pero si toman desiciones más conscientes respecto a su consumo, orientándolo hacia aquello que es más esencial o que les resuelve un problema en el cual se encuentran.
Un emprendedor sabrá encontrar las áreas de oportunidad frente a una contingencia. Sabrá encontrar soluciones donde los demás ven problemas y lo más importante, sabrá ofrecer un producto o servicio que resuelva una necesidad.
No existe nunca un tiempo favorable para emprender. El momento “correcto” no existe. Si bien, puedes emprender en tiempos más favorables, eso no garantiza el éxito del proyecto. Si pensabas esperar a que el precio del dólar baje, a que tengamos un crecimiento del PIB del 4%, que el índice de confianza del consumidor crezca y que la inflación se mantenga en 2%, déjame decirte que te vas a quedar esperando. Tener la perfecta idea de negocio, contar con el capital necesario, las herramientas para desarrollarla y al mismo tiempo tener una situación estable de la economía es una combinación de escenarios que probablemente dejen tu proyecto de negocio en baúl de las cosas perdidas.
Un viejo proverbio chino dice “el mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años, el segundo mejor momento es ahora”, de manera que si piensas emprender, no dudes en hacerlo, aún en momentos de crisis. Lo cierto es que ante un escenario como el actual, deberás ser muy inteligente en la toma de desiciones para poder sortear la adversidad y como dije antes, innovar en tu producto o servicio y ser muy creativo con la estrategia de marketing de tu empresa.
Después de todo, no serías el primer ni el último emprendedor que se anima a comenzar un proyecto en medio de la crisis. Solo por poner algunos ejemplos sobre la mesa; Revlon, uno de los gigantes de cosméticos se fundó en 1932, apenas tres años después del crack de 1929, mientras la economía mundial aún no mostraba grandes signos de recuperación. Bill Gates fundó Microsoft en el garage de su casa en 1973, justo en medio de la crisis del petróleo que golpeó fuertemente a Estados Unidos. Ese mismo año, FedEx que apenas había iniciado operaciones dos años antes, tuvo que aprender a sobrevivir a la crisis, justo cuando el combustible era escaso y uno de sus principales insumos para su servicio de paquetería. Todas ellas, son empresas multimillonarias hoy en día.
Lo cierto es que hay negocios que por sus características pueden sobrevivir mejor a una crisis que otros, pero eso no implica que sean garantía. Si estás pensando en una idea de negocio puedes empezar con bienes y servicios básicos, que resuelvan necesidades primarias a un precio económico. Si ya tenías una idea previa, es probable que tengas que replantear la estrategia y hacer algunos cambios.
Aprovecha este tiempo de cuarentena para buscar talleres de emprendimiento online, leer algunos blogs de negocios, buscar tutoriales relacionados con lo que quieres hacer o para leer libros que te inspiren.
Al final, la decisión es tuya, solo tu conoces los riesgos y alcances de tu proyecto pero si deseas emprender, mi consejo es que no te detengas, solo toma un tiempo para hacer los ajustes necesarios, analiza la situación, cambia tus estrategias de mercado y continúa con tu proyecto hasta que se haga realidad.