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viernes, septiembre 20, 2024

El presidente y su científico vs. La temible comida chatarra

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Por Arturo Prida Romero 

Presidente del IX Consejo Nacional del PRD

La crisis provocada por la pandemia de coronavirus está lejos de acabar y aunque las “metodologías” utilizadas para determinar la gravedad de contagios y muertes sean modificadas una y otra vez, con tal de aparentar que “vamos bien” la verdad es que el gobierno de México, decidió que la muerte de más de cuarenta y tres mil personas no son cosa sería, que la alerta epidemiológica conocida por el “semáforo”, puede dejar de estar en rojo aun cuando el mayor número de contagios por día registrados aconteció bajo el respaldo de un supuesto color naranja.  

Si esto no fuera poco, el jefe del ejecutivo una vez más, olvida que para ser el presidente de 126 millones de mexicanos se necesita de un liderazgo fuerte y claro. Víctima de su ignorancia y de su locura, hace menos de una semana, al ser cuestionado sobre el por qué no usa cubre bocas, el cinismo y la irresponsabilidad alcanzo un nuevo significado, al responder que no era necesario, que no está comprobada su eficacia y que los dos doctores de su gabinete le han informado que es una tontería usarlos.

Así como se oye, en televisión nacional el presidente ha dejado claro, con su ejemplo, que no se debe usar el cubre bocas, es más días antes, corrigió al secretario de hacienda Arturo Herrera, quien durante una conferencia exclamaba la importancia del regreso a las actividades con medidas de protección, momentos más tarde, el “líder” del país le decía a la audiencia que el uso del cubre bocas era lo de menos. 

Lo que provocó que el secretario, quien responsablemente había solicitado su uso en la reactivación económica, tuviera que retractarse. Como hemos visto, no sólo tenemos un mandatario ciego ante la crisis, sino que tenemos un mandatario que la incentiva y la fomenta. 

El mensaje que se oculta detrás de la negación del presidente, es fácil de explicar, si se toma en cuenta que durante dos años no hemos tenido presidente, en su lugar, encontramos a un mesías populista que busca posicionar mediáticamente sus “milagros”, vendiéndose como el que puede salvar al país por arte de magia. 

Gobernar pasa a segundo plano, le preocupa más la acción electorera que otra cosa. Minimiza las cifras, emite mensajes de esperanza y de que las cosas están mejorando, es una telenovela que desea vender. Lo preocupante, es que el discurso no ha cambiado, cuando se suscitaron los primeros contagios, había spotsrecomendando a la gente salir y no temer, ahora varios meses después, 300 mil contagios después y 43 mil muertes más tarde, el spot de salgan a la calle, no teman y no usen cubre bocas sigue siendo el mismo. 

Por su parte, López Gatell le siguió el juego a su jefe y ahora le consiguió un nuevo sparring frente a los crecientes niveles de desaprobación del gobierno de México, ahora según el experto, el consumo de refresco y comida chatarra han provocado la pandemia de coronavirus en México. 

Sin defender a las refresqueras y sin negar el problema de obesidad que acarrea el país, es insultante que quien está encargado del control y la mitigación de la pandemia en el país, en lugar de iniciar acciones que permitan tener un mayor número de camas y de respiradores; se la pase haciendo “politiquería”, como la nombra su jefe. 

La realidad es que la especialidad de la 4T, es presentar cortinas de humo, al mismísimo estilo de los grandes magos. Mientras los contagios alcanzan las nubes, las muertes se multiplican y los recursos se acaban, el hombre encargado de dirigir estos esfuerzos, se pelea con las refresqueras.

Aunado a que el subsecretario anda de campaña, viajando por el país, pero no para visitar hospitales, si no para hacer relaciones públicas y fotografiarse alegremente comiendo pejelagarto.   

Como es ya recurrente en esta administración, todos los problemas son responsabilidad de alguien más, ya sea Calderón, Peña Nieto, Salinas o la Coca-Cola; y la responsabilidad de solucionar los problemas es, del ciudadano. Ya lo declararon Sheinbaum y AMLO en días pasados al ser cuestionados sobre los cubre bocas, cada quien es responsable de sí mismo, aquí cada quien se rasca son sus propias uñas. 

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