Pantalla Chica
Por Pablo Gómez Saenz
Como habíamos dicho, Netflix participa en la producción de obras audiovisuales de su propio sello y en la distribución de contenidos producidos por multiples empresas de diferentes nacionalidades.
Ese ha sido otro gran acierto: ofrecerle al espectador un menú internacional, es decir, temas de la realidad social, política, étnica y natural de muchos países. Pero tambien es productor en muchos de estos territorios.
Así es, coproduce con empresas locales siempre con el sello Netflix. Estos contenidos son en principio relatos e historias cuyo argumento está ubicado en el contexto del país de que se trate. Por ejemplo si es una historia que sucede en Finlandia estará situada en el contexto de dicho país, un entorno, un idioma y una idiosincracia que le son propias. En la oferta de contenidos podemos ver series y películas suecas, brasileñas, españolas, mexicanas, turcas y una larga lista de nacionalidades.
No quiere decir que todas son buenas, ni mucho menos, pero en general están realizadas de manera impecable. Hay dinero y talento detrás de casi todas estas producciones.
En las series estadounidenses e inglesas vemos esto de manera más notable. Un ejemplo son las multiples series de época que narran tragedias occidentales en europa durante la época medieval y el renacimiento. Incluso de siglos posteriores como el 18, el 19 y principios del veinte.
Han sido producciones cuidadas minuciosamente en fondo y forma. Algunas exquisitas en textos, actuaciones, diseño de arte y vestuario.
Otro género privilegiado en presupuesto y reparto ha sido el de ciencia fición. Nuevamente tanto de marca propia, así como distribuidor de contenido de ficción de otras empresas internacionales.
Hay dos efectos que parecieran opuestos en la incursión de Netflix en otros países. Por un lado han inyectado capital en las produciones locales (nunca tan fuertes y respaldadas financieramente como las norteamericanas), pero si dando lugar a que se vea vea la calidad de escritores, actores, directores, etc, de esos paises. Las series con concepto de cine negro en los policiales escandinavos, por ejemplo, las inglesas acerca de la monarquía y los grandes imperios occidentales, o los conflictos políticos y sociales de medio oriente. Y entre temas y entornos podemos repasar una larga lista.
La otra caracteristica de la incursion de Netflix en otros países es que ha opacado y abrumado a las producciones locales independientes, que se rompen el lomo tratando de ver como pueden colocar su producto en las formas de distribución masiva. Pero por supuesto, como un negocio. No solo subirlas a la red y punto. El objetivo es poder cerrar el circulo de producción, distribución y consumo de sus propios contenidos. Netflix es un arma de dos filos. Evidentemente, la plataforma es ahora un acaparador de mercados con un sello estadounidense que no se puede sacudir. Ya hablaremos más de estos efectos y de la competencia que trata y con cierto éxito de contrarrestar la avalancha llamada Netflix.