Según la Organización Mundial de la Salud , más de 300 millones de personas en el mundo sufren depresión, una de cada 4 personas la padecerá en algún momento de su vida, pero sólo un tercio del total buscará ayuda profesional. Particularmente en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía ha contabilizado 34.85 millones de personas con depresión y de estas, únicamente 1.63 millones toman antidepresivos o recibe algún tipo de tratamiento alterno.
Los principales síntomas de la depresión son cansancio, falta de apetito, insomnio, ansiedad y sentimientos de inutilidad, culpabilidad o desesperanza. Y aunque las personas que padecen depresión ya luchan contra estos síntomas tienen que sobrellevar otros como la falta de apoyo en el entorno social y familiar.
Gerome Breen, investigador del Departamento de Genética Social y Psiquiatría del Desarrollo del King’s College de Londres, señala, el mayor obstáculo para la salud mental son los estigmas y tabúes, pues las personas con depresión deben enfrentar no sólo las complicaciones de su padecimiento sino también la marginación social, económica y laboral.
En las personas está la creencia de que la depresión es un problema menor y puede curarse por pura voluntad propia, que puede curarse con «echarle ganas», pero esto a menudo sólo genera más estrés y frustración en los enfermos y dificulta su recuperación, agrega Breen. A pesar de la gravedad del problema, la depresión sigue siendo el estigma de la salud mental, ya no sólo entre los mexicanos sino también en la sociedad a nivel mundial.No obstante, a pesar de todo el trasfondo, la depresión es un problema de salud pública de alta prevalencia por sus grandes cifras actuales y genera sufrimiento en quienes la padecen alterando sus actividades laborales,escolares y familiares.
NTP