Por: H.P. Bryan Armando
Es interesante ver como cierto personaje –que ocupa el puesto de presidente de la república– se autonombre como un “actor de izquierda” y más aún cuando sus actos y acciones demuestran todo lo contrario. Si me preguntasen ¿Cuál es la esencia de la Izquierda? Respondería con la frase de Rosa Luxemburgo “quien no se mueve, no siente las cadenas” y con el lema de “¡Democracia ya, Patria para todos!”.
Para Habermas, los movimientos sociales es lo que puede liberar a los sujetos enajenados que se encuentran en una movilidad impuesta desde fuera, es lo que Marcuse denominó como “el hombre unidimensional”.
La movilidad social nace durante la revolución burguesa y adquiere popularidad en la guerra civil inglesa, tras la ejecución del rey Carlos I, la masa popular que se denominaba como el ejército de Los Igualitarios –con el mando de Lilburne–, ya se encontraban en esta lucha política y estaban encaminados hacia la revolución, bajo los ideales que los hombres nacían libres y todos eran iguales; asimismo, que todo lo negativo, provenía del autoritarismo.
Posteriormente, en el periodo de la revolución francesa, se asientan las bases para lo que se conoce como la “izquierda” –aquellos que no están de acuerdo con el rey– y se plasma el poder que tienen los movimientos sociales, donde la agitación campesina que preocupaba a la Asamblea Constituyente, logró que la nobleza renunciara a algunos de sus privilegios y se proclamara la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que afirma varios derechos “naturales e imprescriptibles”, como lo es: la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.
Pese a que las aspiraciones igualitarias de los Jacobinos con el discurso de la organización de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, bajo el mando de Robespierre y los Rabiosos encabezados por J. Roux y J. Hébert, dirigentes de la Comuna de Paris, no podían triunfar en ese momento, los ideales que se plantearon fueron incorporados –posteriormente– al socialismo utópico y, en parte, al científico.
La Liga de los Proscritos es la primara imagen que puede ser nombrada como un protosocialismo, pues emerge como una organización revolucionaria clandestina en Paris, fundada por artesanos alemanes que emigraron con la finalidad de “liberar a Alemania del yugo de su vergonzosa servidumbre y crear un Estado que, en la medida de lo posible, haga que sea imposible la vuelta a la miseria y a la esclavitud”.
En este punto, aparece la necesidad de la formación de los partidos políticos donde los individuos, ya con un sentido de relación con “el otro”, se plantean que las necesidades individuales se vuelven las colectivas, apareciendo así, el sujeto revolucionario que prepara y organiza el cambio y la acción social, a través de los movimientos sociales.
Es así como la La Liga de los Proscritos se convierte a La Liga de los Justos con el objetivo de la redención humana y la igualdad tanto en derechos como en deberes para todos y cada uno, finalmente, en Londres, los exiliados alemanes Marx y Engels optan por cambiar el nombre a la Liga Comunista bajo el lema de “¡Proletarios de todos los países uníos!” tras haberse integrado al Comité Comunista de Correspondencia –fundado en Bruselas–.
Mientras tanto, en Francia, el precursor de la socialdemocracia, Luis Blanc, planteó al Estado como el instrumento de progreso y bienestar y que la República Social representa la estructura de una sociedad sin lucha de clases, en la que impera la solidaridad. Es así como Marx lo retoma para la propuesta política de partidos que llama socialdemocracia.
Ferdinand Lassalle fundador del primer partido de acción socialista en Europa, el SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania), se forma con las ideologías del humanismo, la Ilustración, el análisis social marxista y la experiencia histórica del movimiento obrero, el cual protegen los derechos civiles, la parte de la sociedad y la participación política de los ciudadanos.
La socialdemocracia del SPD, como su precursor, Luis Blanc, defienden el fortalecimiento de la economía del mercado y su justa distribución para el bienestar total de la población –el Estado de Bienestar–. Además de buscar el fortalecimiento de la paz a través de un equilibrio de intereses –el cual influyó en el desarrollo de la globalización mediante la política democrática–.
Asimismo, en España se constituye el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) por Pablo Iglesias, pese a que desde sus inicios pretendía agrupar al proletariado industrial español con ideales marxista, no tuvo tanta relevancia debido a la atrasada y frágil industria, así como la fuerzas anarquistas y anarcosindicalistas.
Por el transcurso de la Gran Guerra, el triunfo de la revolución rusa y la creación de la Internacional Comunista, se fracturan los partidos internacionales de la socialdemocracia, que permanecieron en la II Internacional. Es en este punto, cuando una de las grandes exponentes de la socialdemocracia, Rosa Luxemburgo, opta por presentar los debates tanto en Europa como un Rusia, acerca del oportunismo de la II Internacional, el centralismo ruso de Lenin, la traición del SPD y presenta la fundación del Partido Espartaquista.
La traición al SPD, surge el Partido Espartaquista encabezada por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, que se caracteriza como la corriente más radicalizada, criticando el financiamiento de la guerra y la imposición del chovinismo mediante el nazismo.
Debido a la crisis socialdemócrata, Rosa Luxemburgo junto con Liebknecht, Mehering, Zetkin crean el USPD (Partido Socialdemócrata Independiente), en el que se incluye el espartaquismo, pues se comprendía que los movimientos sociales no debían aportar por la vía reformista y renunciar al fin revolucionario.
En México, el espartaquismo se llevó a cabo al interior del PCM (Partido Comunista Mexicano), POC (Partico Obrero Campesino) y PPS (Partido Popular Socialista) reivindicando el marxismo-leninismo frente a sus deformadores. A través de la llamada Reforma Política de Reyes Heroles, en el cual se abrió el registro para partidos de Izquierda, ofreciendo subsidio y diputaciones.
Sin la concepción de los movimientos sociales y de las luchas políticas-sociales, no sería posible comprender a la Izquierda en México y la formación del PRD (Partido de la Revolución Democrática) mediante el desarrollo social hegemónica partidista, que funge como modelo programático, que defiende el sistema económico social –que se aleja de neoliberalismo–; defiende e impulsa la democracia social y el federalismo; los derechos de la igualdad de género y el feminismo, apoya y protege la diversidad sexual e identidad de género; el fortalecimiento del desarrollo de energías sustentables; el impulso de un régimen semiparlamentario; impulsa un nuevo pacto fiscal; y, establecer la segunda vuelta electoral.
Asimismo, sin los primeros movimientos sociales, para derrocar el autoritarismo inglés por los Igualitarios; sin los ideales planteados por los Jacobinos y los Rabiosos; sin la propuesta del Estado de Bienestar, por Luis Blanc; sin las aportaciones del marxismo-leninismo; sin la influencia socialdemócrata de los partidos SPD y PSOE; y, el espartaquismo social de Rosa Luxemburgo, no sería posible hablar de la verdadera izquierda en México, no sería posible hablar del PRD.
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H.P. Bryan Armando
Bibliografía
Echeverría V., Pedro (2015). Rosa Luxemburgo y el Espartaquismo, a 96 años de su asesinato. Rebelión. [véase en] https://rebelion.org/rosa-luxemburgo-y-el-espartaquismo-a-96-anos-de-su-asesinato/
Ortega Ortiz, Reynaldo Yunuen (2013). Jorge Cadena-Roa y Miguel Armando López Leyva (compiladores). El PRD: orígenes, itinerario, retos. Revista mexicana de sociología vol.75 no.4 Ciudad de México oct./dic. 2013. [véase en] https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-25032013000400008
Referencias
Habermas, Jürgen (1975). Problemas de legitimación en el capitalismo tardío. Amorrortu. Buenos Aires.
Tejada Gonzales José Luis (2010). Movimientos sociales: significado y vigencia. Movimientos Sociales. Veredas. Revista del pensamiento sociológico año 11, número 21, segundo semestre de 2010, pp. 25-46.