Las especies invasoras pueden causar estragos en los ecosistemas locales, contrarrestar sus daños y restos biológicos provoca un alto precio para solucionarlo. Las plagas, a menudo son orilladas involuntariamente por los humanos, ocasionando en la mayoría de los casos devastación de cultivos o la transmisión de nuevas enfermedades.
Por ejemplo, un estudio publicado por la revista Nature señala que frenar la plaga de mosquitos Aedes en Estados Unidos costó al país alrededor de 149 mil millones de dólares. El mosquito tigre asiático llegó a Estados Unidos a mediados de 1980 y se detectó por primera vez en Houston, de ahí, se extendió rápidamente a 40 estados.
Estos mosquitos causan un daño significativo a la salud pública al transmitir una serie de enfermedades como el zika, chikungunya, fiebre amarilla o el dengue. Al gobierno de Estados Unidos le representa un costo elevado controlar sus daños y a medida que los mosquitos se propagan, el número de víctimas de estas enfermedades crece.
Ratas, una plaga que se generó desde hace más de 3 mil años cuando fueron transportadas (sin querer) a través de los barcos. Una vez que llegaban a un nuevo lugar, las ratas comenzaban a propagarse dañando ecosistemas donde abundan aves y especies acuáticas. Por ejemplo, la rata del Pacífico, nativa del sureste de Asia ha extinguido al menos mil especies de aves en la isla.
El costo para controlar la plaga de ratas cuesta alrededor de 67 mil millones de dólares, el alto precio se debe a pérdidas en biodiversidad. Sin embargo, los roedores también pueden dañar cultivos, destruir propiedades y transmitir enfermedades como la peste bubónica.
Aunque no lo parezca, los gatos forman parte de las plagas que costear sus daños puede significar unos 52 mil millones de dólares. Los felinos son excelentes depredadores, pero también pueden acabar con especies de insectos y aves. Solo en Estados Unidos, la mayor parte del daño económico hecho por gatos proviene de su impacto a la biodiversidad nativa acabando con especies de aves, entre ellas, patos, faisanes y urogallos.
En esa misma línea, las termitas también suelen ocasionar daños los cuales pueden alcanzar los 19 mil millones de dólares, ya que pueden prosperar donde sea mientras haya madera y humedad. Su apetito por la madera puede causar estragos de todo tipo, desde daños estructurales a edificios hasta acabar con cultivos y granjas de árboles. Es importante mencionar, su alto costo en este análisis se reduce a su impacto en infraestructura inmobiliaria.
Al igual que las termitas, las hormigas de fuego son las causantes de provocar potentes picaduras y mordeduras, pueden alimentarse de cualquier cosa lo que ocasiona pérdidas en cualquier ámbito. El costo por reparar sus daños alcanza la cifra de 17 mil millones de dólares, y se han extendido hasta Australia, Nueva Zelanda, China y todo el Caribe.
Según los investigadores para llegar a los resultados analizaron datos publicados de las últimas décadas para clasificar las 10 especies o grupos de especies más costosas. Solo de 1970 a 2017, el costo total a nivel global alcanzó la cifra de 1,28 billones de dólares en daños y en esfuerzos por controlar las especies invasoras.
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