Acorde con un comunicado de prensa publicado el 15 de octubre de 2021 en EurekAlert, científicos de la Universidad Médica y Dental de Tokio, en Japón (TMDU por sus siglas en inglés), descubrieron que el movimiento de las células madre de la piel ayuda a la regeneración del órgano. Cabe destacar, el estudio fue publicado en el Journal of Cell Biology y de forma específica, la investigación mostró la regeneración de una lesión se da por el avance de las células al área.
Debido a que con los años la capacidad de la regeneración de la piel disminuye, los científicos han identificado un mecanismo para explicar su origen y cómo se puede solucionar. Para entender mejor, las células madre cutáneas, llamadas queratinocitos, son responsables de la regeneración de este órgano y del cierre de heridas a través de un proceso llamado reepitelización.
Por su parte, Daisuke Nanba, autor secundario del estudio comentó: “Los experimentos de simulación mostraron la motilidad de las células madre está acoplada con su capacidad regenerativa. De la misma manera, se observó en la muestra que las células madre viejas tienen una motilidad significativamente reducida”. Como parte de la metodología, los científicos compararon la capacidad de curación de heridas de las células madre cutáneas de ratones jóvenes y ratones de edad avanzada.
En la misma línea, los experimentos demostraron que una molécula específica, llamada EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico), impulsa la motilidad de las células madre de la piel. Asimismo, los investigadores descubrieron la señalización de EGFR se reduce en las células viejas y actúa previniendo la degradación del colágenoCOL17A1, necesario para unir las capas de la piel.
Como dato relevante, el COL17A1 coordina el movimiento de las células madre de la piel hacia la lesión para regenerar la zona. Además el equipo de expertos comprobó que con la edad se produce una disminución en la señalización de EGFR, lo que conduce a niveles bajos de COL17A1. Es preciso agregar, con el aumento de la edad, una capacidad reducida de curación de heridas cutáneas se asocia con trastornos crónicos como úlceras diabéticas y úlceras por presión.
Finalmente, Emi Nishimura, autor principal del estudio dijo: “Estabilizar el COL17A1 regulando su proteólisis es un enfoque terapéutico prometedor para mejorar la disminución de la regeneración observada con la edad que a menudo conduce a problemas graves como úlceras”. Por esto, es pertinente decir que con dicha investigación se pueden implementar nuevos tratamientos terapéuticos para mejorar la capacidad regenerativa de la piel.
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