Los incendios forestales que mantienen a Estados Unidos en alerta, con 938 mil 44 acres destruidos, 50 mil personas evacuadas, y 43% del fuego bajo control, se volverán más comunes y devastadores; pero no solo en territorio estadounidense, sino en todo el mundo, debido a las condiciones climáticas del planeta, según indicaron expertos.
Una investigación presentada durante la Cumbre del Impacto de Desarrollo Sustentable en el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) calificó la actual temporada de incendios forestales como la más devastadora hasta la fecha, ya que el número y escala de estos fenómenos se ha multiplicado a una gran velocidad, mientras las medidas de control y prevención no crecen con la misma rapidez.
Pese a que la atención de estos devastadores incendios se ha enfocado en el triple incendio forestal en Estados Unidos, denominado Glass Fire, otras regiones han presentado dificultades considerables, sobre todo en América Latina.
Según reportó Amnistía Internacional, los incendios en Brasil, localizados principalmente en la región del Amazonas, se han presentado con varios meses de anticipación al periodo habitual de incendios, en mayor número, con 63 mil detectados durante la primera semana de septiembre, y con una expansión agresiva que no ha sido posible resolver por parte del ejército brasileño.
Asimismo, además de las pérdidas en vidas humanas y productos agropecuarios por el incremento de incendios, los costos generados por la destrucción de bosques han alcanzado cifras récord. En California, los fondos expedidos por el gobierno estadounidense para combatir los incendios forestales entre 2009 y 2019 ascendieron a 401 millones de dólares anuales, según informó el Departamento de Guardabosques y Bomberos de California (CDFFP, por sus siglas en inglés).
Con el propósito de mitigar el crecimiento y expansión de los incendios forestales, especialistas del medio ambiente piden tomar decisiones que involucran a las comunidades locales, autoridades gubernamentales, y cooperación de diversas organizaciones a nivel mundial.
De acuerdo con Jad Daley, director ejecutivo de Bosques Americanos, la primera medida debe ser trabajar con base en las causas de los incendios forestales masivos que se han registrado.
Estas se dividen en: calentamiento global y otros cambios climáticos importantes generados por el ser humano, ya que provocan temporadas de poca humedad y olas de calor; disponibilidad de recursos naturales y el riesgo de su explotación, en tanto la deforestación lleva a una erosión importante del suelo, y la escasez de agua genera sequías que aumentan las probabilidades de incendio; finalmente, reforestación y rehabilitación de bosques, con el propósito de mirar a futuro en materia de sostenibilidad y desarrollo.
La respuesta efectiva ante un panorama de calentamiento global y explotación de la tierra comprende en sí misma una estrategia de prevención frente a los incendios forestales, debido a que se evitan las condiciones de sequía y calor propicias para su desarrollo.
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