Antes y después del Covid-19

Por Luis Clemente Luna Lomelí 

Si bien es cierto, a nivel mundial se está enfrentando una de las peores crisis sanitarias y económicas de los últimos tiempos. Aún recuerdo el diciembre del 2019, en donde gran parte de nosotros nos encontrábamos reunidos con nuestros seres queridos, celebrando la llegada de un nuevo año, el 2020 el inicio de una nueva década, muchos de nosotros con mucho entusiasmo, fe y esperanza por el inicio de la nueva década.

Sin embargo, a finales del 2019, se veía venir una situación desalentadora, una situación muy cautelosa que avanzaba demasiado rápido, y sí hago referencia a la hoy pandemia del coronavirus, un virus que ni siquiera es visible, pero si letal, un virus que con su existencia ha paralizado al mundo, un virus el cual a muchos de nosotros nos ha puesto a reflexionar sobre si nos hemos dirigido por el camino correcto como sociedad. Sin embargo, tengo la esperanza que no todo está perdido, que cada día que pasa falta menos para ver la luz a este túnel que pareciera ser un callejón sin salida, pero no es así, y no es así porque mientras se tenga esperanza, se encontrará el camino que nos llevará al final del covid-19.

Sin embargo, cual es el reto que enfrentamos ahora como sociedad, por un lado el ser responsables como ciudadanos y seguir todas las medidas marcadas por las autoridades correspondientes (claro si está en nuestras manos hacerlo, pues es entendible que muchos mexicanos viven al día y si no producen no comen, esa es nuestra triste y desalentadora realidad) Y por otro lado, el construir una sociedad más solidaria, más empática y sobre todo más justa, sostengo que esa es la lección primordial que debemos aprender y poner en práctica una vez que finalice la pandemia, esos son los retos del ahora, cuidarse mantener las medidas y construir una sociedad más solidaria.

Ahora bien, en el momento en el que el covid-19 ceda terreno y permita ir retornado a nuestras actividades de manera escalonada, el reto principal al que nos enfrentaremos es la crisis económica (crisis que entre más pase el tiempo, será de mayor magnitud) la tarea que a nosotros nos toca, desde nuestras respectivas trincheras, y la acción primordial que se puede llevar a cabo es el consumo local, al fortalecer el consumo local, la economía sigue en circulación y muchas veces a través de esa circulación económica, se evita la pérdida de miles de empleos de carácter informal, por otro lado, fortalece principalmente a las pequeñas empresas, quienes son las más vulnerables frente a una posible quiebra.

Como sociedad ese debe ser nuestro primer acto de solidaridad, frente a este virus que pareciera no tener piedad. Asimismo, al reactivar la economía de la misma manera se debe reactivar nuestro consumo, en la medida de nuestras posibilidades, pues si bien es cierto todos estamos siendo afectados por el virus de diferentes maneras, en lo que respecta al gobierno, el presidente ha declarado que su gobierno estima la pérdida de un millón de empleos, debido a la situación actual, sin embargo, ha prometido la creación de dos millones de empleos, para diciembre del presente año, poniendo como base la construcción de los programas que de acuerdo con el presidente detonaran la economía nacional, como lo es el tren maya, la refinería de dos bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles, sin embargo, desde una percepción personal, considero que el presidente hace mal al momento de creer que la sola construcción de los programas prioritarios reactivaran la economía, se necesitará al finalizar la pandemia, recuperar la confianza de las calificadoras y asimismo de los inversionistas, para que nuevamente volteen a ver a México con ganas de invertir, se necesitarán políticas claras, para fortalecer nuevamente el turismo.

Cabe recordar que para México el turismo ha sido una de las tres principales fuentes de ingreso, como lo es el petróleo y las remesas que son enviadas por nuestros connacionales del país vecino, como lo es Estados Unidos. Ese es, un panorama de un antes y un después del coronavirus. Es importante transitar bajo la premisa de una sociedad solidaria, por el bien de todos los mexicanos.  

Luis Clemente Luna Lomelí Estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública por Universidad Iberoamericana Puebla. Comprometido con México.