En la habitual conferencia matutina del 6 de julio, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aclaró que el motivo principal de la reunión planeada para el próximo miércoles 9 de julio de 2020 con Donald Trump es discutir el nuevo tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC); además de agradecer el apoyo del gobierno estadounidense en la adquisición de equipo médicopara atender la pandemia de Covid-19.
La reunión de AMLO con Trump, la primera visita internacional que realizará el mandatario mexicano desde iniciado su gobierno, ha recibido cuestionamientos por parte de la prensa y distintos sectores de la sociedad civil dado el momento voluble en el que se encuentra la Casa Blanca y la cercanía de las elecciones, pues se aducen intereses “político-electorales” por parte de la administración republicana, la cual ha vuelto de la renegociación del T-MEC una de sus promesas más anunciadas y polémicas desde hace años.
Aunado a estas críticas, en una conferencia de prensa celebrada el 2 de julio por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), representantes de la iniciativa privada demandaron previamente al gobierno una mayor vinculación con el sector privado en las decisiones relativas al nuevo tratado regional. Principalmente, criticaron el hecho de no haber sido consultados sobre el programa de la reunión con Donald Trump.
El nuevo tratado T-MEC, entrado en vigor el día 1 de julio, se ha manejado como una oportunidad de mejorar la posición de México en el mercado internacional, además de generar opciones de desarrollo en conjunto para la región y aliviar las consecuencias que la reciente pandemia de Covid-19 ha traído sobre la economía, especialmente en el sector manufacturero, uno de los más fuertes y golpeados en México.
A pesar del optimismo, el nuevo arreglo comercial no ha estado exento de sospechas y criticas. Por encima de todo, existe preocupación sobre si lo beneficios del tratado serán sustanciales comparado con los retos que el país enfrentará con el cambio de disposiciones. Entre estos, se incluyen regulaciones más exigentes con respecto al contenido regional de los bienes producidos y la regulación del trabajo, reglas que pondrán a algunos sectores bajo una presión muy fuerte para adaptarse en el corto plazo.
López Obrador, asimismo, confirmó la inasistencia del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ya que lo retienen compromisos de trabajo en su país. Sin embargo, posterior a la “mañanera”, el secretario de relaciones exteriores, Marcelo Ebrard, sostuvo una conversación telefónica con Trudeau e informó que este prometió visitar México tan pronto sea posible.
Ante las discusiones sobre T-MEC, AMLO afirmó que las relaciones Trump y Trudeau se darán de forma equitativa y, ante las críticas, prometió que representará a México con “decoro y mucha dignidad”. El presidente viajará a Washington D.C. el martes 8 de julio y estará acompañado de Marcelo Ebrard, Graciela Márquez, secretaria de Economía y Alfonso Romo, jefe de la oficina de Presidencia.
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