Por Antonio Medina Trejo
Ante la urgencia de que personas de la diversidad sexual sean tomadas en cuenta para los diferentes cargos públicos que se disputarán en las elecciones intermedias de este 2021, activistas sociales pertenecientes al Frente Nacional por la Diversidad (FND), se han volcado a exigirle a los institutos electorales de varios estados del país para que con base en sus atribuciones, promuevan que todos los partidos políticos incluyan a personas LGBT+ en las candidaturas a disputarse el próximo 6 de junio.
La estrategia surgió luego de que el mismo Tribunal Federal Electoral (TEF) mandatara al Instituto Federal Electoral (INE) para que ese órgano autónomo determine criterios aplicables para el registro de candidaturas a diputaciones para que los partidos políticos presenten, bajo el principio de acción afirmativa, diputaciones de mayoría relativa y representación proporcional a personas pertenecientes de las diversas poblaciones de la diversidad sexual.
Esta estrategia, que fue impulsada por una activista trans que ha pedido discrecionalidad con la autoría de su propuesta, se aplica también a las coaliciones que se han registrado ante los Consejos del Instituto para el Proceso Electoral Federal 2020-2021, ello con el propósito de promover la participación de grupos históricamente discriminados, como los de la diversidad sexual.
Esta acción inmediata fue replicada por activistas independientes que sin tener una afiliación partidista, ni propuestas de candidaturas, consideraron pertinente apoyar la estrategia por considerar que la suma de esfuerzos beneficiaría la lucha social y política que se lleva a cabo en varias regiones del país, donde nunca se han tenido avances en leyes o políticas públicas, entre otras cosas, por no tener representantes populares que impulsen propuestas desde los espacios de decisión política.
Hoy día, a pesar de la determinación del INE, el PRD es el partido que, más allá del mandato legal de integrar fórmulas de diversidad sexual para esta contienda electoral, tuvo a bien refrendar su compromiso histórico desde octubre del año pasado cuando firmó un convenio de colaboración entre organizaciones civiles agrupadas en el FND, haciendo válido su compromiso con más de 30 propuestas de precandidaturas en todo el territorio nacional.
En tanto, el Partido Acción Nacional, que históricamente ha tenido una postura conservadora y que no tiene en su radar político la inclusión de grupos de la diversidad sexual, dio a conocer la semana pasada la propuesta de una mujer trans para una diputación federal. Hecho insólito que ha sorprendido al activismo LGBT+, y también a la militancia del blanquiazul, pero sin duda una señal positiva que está permitiendo que los partidos sean incluyentes.
Por otro lado, partidos como el Verde, morena y Movimiento Ciudadano, tan luego como observaron la difusión de las propuestas del Sol Azteca, comenzaron a nombrar activistas y militantes en sus precandidaturas, muchos de ellos provenientes del PRD, sin que ello signifique que estén sustituyendo liderazgos orgánicos de esos partidos para darles el espacio a los y las activistas sociales. En todo caso, eso se develará una vez que ya estén concretadas las candidaturas.
Es importante destacar que independientemente de que queden o no quienes están propuestos para dichos cargos de elección popular, la resolución del TEF que asumió el INE, generó que los partidos políticos que históricamente han sido omisos con la diversidad sexual, comenzaran a movilizarse para tener candidaturas.
El momento actual, en el que el partido mayoritario en el poder ha bloqueado avances libertarios a favor de las agendas de la diversidad sexual, se requiere de contrapesos políticos en los espacios legislativos y de gobierno que permitan seguir avanzando con lo que se logró hasta antes del 2018.
Es importante que el activismo privilegie sus agendas y honre el legado de luchadores que hicieron grandes aportes en otros tiempos sin leyes ni andamiajes institucionales que les permitieran avanzar, pero que a ras de suelo protestaron proponiendo para ir rompiendo con tabúes, estigmas y el flagelo de la discriminación por orientación sexual.
Este contexto favorable en las elecciones próximas, donde habrán candidaturas de diversidad sexual cuando menos en los cuatro partidos principales, es un buen momento para que el activismo defienda sus agendas por encima de los colores partidistas y de la división política que ha generado el actual gobierno, pues de ceder a al encono, sólo se beneficiarán los grupos antiderechos, ya sea los que están dentro del gobierno federal y grupos sociales que luchan por detener avances hacia la igualdad y revertir logros libertarios del pasado.
@antoniomedina41