La importancia de la observación electoral en un país que arde
Amparo Brindiz Amador y Arturo Prida Romero*
El presidente, Andrés Manuel López Obrador ha dicho que las elecciones de nuestro país se desarrollarán en un clima de seguridad y serán limpias. Ambas aseveraciones son falsas, ni hay un clima de seguridad ni hay imparcialidad sino todo lo contrario, hay un México que arde y una elección de Estado.
No hay un clima se seguridad, ya que basta ver los lamentables asesinatos de candidatas y candidatos, como es el caso, del candidato Aníbal Zúñiga de la Coalición Fuerza y Corazón por México en Coyuca de Benítez, Guerrero, al que asesinaron a quema ropa, aún con la protección de escoltas de la guardia nacional.
La violencia está desbordada, nadie podría negarlo, ante los asesinatos de Lucero López en la Concordia, Chiapas; Santos Moreno en Sinaloa; Noé Ramos en Tamaulipas; Humberto Amezcua en Jalisco; Alfredo Lezama en Cuautla, Morelos; y una veintena más.
En total durante este proceso electoral, la violencia política ha dejado hasta el momento 316 agresiones contra aspirantes o candidaturas, siendo las entidades con más víctimas registradas Puebla, Chiapas, Guerrero, de acuerdo con el informe de la Integralia Consultores[1].
En este contexto de violencia en nuestro país, las delegaciones de observación están llegando a México, y serán de vital importancia para documentar e informar las diversas irregularidades que se presenten en la jornada electoral, además de tratar de inhibir cualquier intentona de violentar la ley y la voluntad ciudadana. Serán testigos del clima de violencia y de cómo se tratan de pisotear los principios de imparcialidad, equidad, transparencia y legalidad en estas elecciones.
Y decimos que hay una elección de Estado porque el titular del Ejecutivo federal todos los días utilizando el poder y los recursos a su alcance, ataca a la oposición, al Poder Judicial, a las instituciones autónomas, a las voces críticas, además de hacer campaña a favor de su partido, de su candidata a la presidencia y de su proyecto político siendo que está expresamente prohibido en la ley. Su partido, Morena, por su parte, utiliza todos los recursos para comprar conciencias, amenazar a las personas con quitarles los programas sociales a quienes no voten por ellos y comprar encuestas para generar una percepción de que la elección está decidida.
Este gobierno desvía recursos públicos pagados con nuestros impuestos para tener un ejército electoral que son los servidores de la nación, quienes no solo realizan tareas propias de la secretaría del Bienestar, sino que también reparten propaganda de Morena y organizan la movilización “acarreo” de las personas para llevarlas a votar de manera coaccionada.
Ante ello, los partidos políticos como el PRD, promueven en nuestro país la necesidad de contar con observadores internacionales durante las elecciones, con el objetivo de cuidarle las manos al gobierno en turno y a los gobiernos estatales y así tratar de evitar injerencias desde el poder, que eran y siguen siendo las principales causas de inequidad electoral.
Un ejemplo de estas misiones de observación es la Alianza Progresista de las Américas, quien envió una delegación de 20 observadores internacionales provenientes de diversos países de América Latina: Brasil, Guatemala, Argentina, Republica Dominicana, Panamá, Chile, Costa Rica, Venezuela, Perú, quienes jugarán un papel fundamental en este momento crucial en el que nos debatimos dos proyectos de nación: el autoritario o el democrático.
Pero vale la pena recordar que el principal defensor del voto es el ciudadano libre e informado, que vota e invita a otros y otras a votar, que al final de la jornada está al pendiente del conteo de los votos y que está dispuesto a defenderlo.
Salgamos todos y todas a votar y defendamos a nuestra República.
* @ABrindizA Dra. en Administración Pública
@arturo_prida Lic. en Seguridad Pública
[1] Integralia Consultores, “Elecciones 2024”, reporte previo a la jornada electoral, 28 de mayo, 2024.