Xóchitl, el verdadero cambio
Amparo Brindiz Amador y Arturo Prida Romero*
El pasado domingo, se llevó a cabo el segundo debate presidencial, todos fuimos testigos de la verdadera Xóchitl, esa candidata inteligente, aguerrida, alegre y de huipil. Que supo increpar, manejar los tiempos, argumentar y proponer. Que tuvo a bien responder que sí, que sí es la candidata del Partido Acción Nacional, del Partido Revolucionario Institucional y del Partido de la Revolución Democrática, de tres partidos que han dado la batalla por la democracia y sus instituciones, pero también, es la candidata de la sociedad y de los arrepentidos de votar por Morena y sus aliados, así que, todos y todas caben en su proyecto de país.
Xóchitl demostró que es una mujer sensata, que si hay cosas que están bien hechas, las dejará, las que no, las mejorará y que eliminará lo que no esta funcionando. Que denunciará las corruptelas. Que trabajará con las y los mejores, con los más profesionales, capaces y honestos. Demostró que tiene una visión de país, hacia donde quiere llevar a México en los próximos años.
Le hizo ver a la candidata de Morena, que ella si la reconoce como mujer y candidata, por lo que la llama por su nombre y no como ésta la llama, candidata del PRIAN, cosa por demás despectiva y violenta que pretende invisibilizar a Xóchitl Gálvez Ruiz, una mujer con una carrera propia, forjada desde la pobreza y que a través del esfuerzo y del estudio salió adelante.
Ahora, lo que sigue, es seguir logrando que la ciudadanía tome conciencia de lo mal que esta este país en muchos ámbitos: seguridad, económica, pero en este caso, nos referiremos al tema de salud. En el tenor del Informe Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México[1] que salió publicado esta semana, se concluye que nuestro país y por ende el gobierno, fracasó en su respuesta a la pandemia.
Se subestimó la gravedad del virus. El presidente de la República incitó a que la gente siguiera saliendo a las calles, que no usaran cubrebocas, que con la estampita del ´detente´ no te contagiarías.
Se centralizó y personalizaron las decisiones. Las autoridades federales no cumplieron cabalmente con sus funciones de rectoría y no asumieron su responsabilidad de coordinación. Habiendo un Consejo de Salud conformado por distintas áreas y especialistas, se tomaron las decisiones desde Palacio Nacional.
Se implementó la austeridad en las políticas de salud, siendo que era el área prioritaria de atención y abasto de recursos humanos, económicos y materiales. Aunado a que grandes sectores de la población y grupos vulnerables, en su mayoría trabajadores informales, no recibieron apoyo alguno y tuvieron que salir a las calles a trabajar. Lo que reflejó el país desigual y de profundas inequidades sociales, económicas y territoriales en el que vivimos.
La comunicación institucional que es vector crucial para orientar a las y los ciudadanos, para incidir en las conductas de prevención, de cuidado, y de tratamiento fueron poco prudentes, se politizó, se minimizó por cálculos políticos, se jugó con los datos y se justificaron malas decisiones.
Todos ellos, errores que costaron miles de vidas, se calcula que más de 800, 000 mil muertes, una de las tasas más altas del planeta. Ahora tenemos una reducción de la esperanza de vida de 4.6 años.
Es por ello, que decimos que las y los mexicanos debemos hacer conciencia de cómo ejerceremos nuestro derecho al voto, a quién le daremos nuestra confianza, votarías ¿Por malos servicios de salud? ¿Por un gobierno que actuó mal e ineficientemente?
La pobreza no se combate solo con los programas sociales, no se terminará solo con estos apoyos, se necesitan muchas otras políticas, ya que es un problema multifactorial y multidimensional.
No hay que creerse que, si no gana Morena, se les quitarán los programas sociales, gane quien gane seguirán, porque son derechos logrados desde hace varios gobiernos y que están inscritos en la ley.
Retomando el Informe, hay datos alarmantes que nos dicen que el desembolso de recursos para la atención de la salud en los hogares se ha incrementado. En promedio en 2022 los hogares gastaron 5,381 pesos anuales en salud, afectando particularmente a los hogares más pobres.
Así que, observamos que el apoyo que se recibe de los programas sociales, se destina a la salud. El proyecto de Xóchitl Gálvez, si busca terminar con la pobreza, otorgando a todas y todos los mexicanos acceso a un sistema de salud de calidad, acceso a un sistema educativo de calidad y a empleos bien pagados.
Xóchitl si es el verdadero cambio.
* @ABrindizA Dra. en Administración Pública
@arturo_prida Lic. en Seguridad Pública
[1] Mario Sánchez Talanquer y Jaime Sepúlveda (Coords.) Informe de la Comisión Independiente de Investigación Sobre la Pandemia de COVID-19 en México, Ciudad de México 2024.
