El viejo PRIAN es Morena
Amparo Brindiz Amador y Arturo Prida Romero*
A raíz del primer debate entre las personas candidatas a la presidencia de la República, quedo evidenciada la estrategia de la candidata de Morena y de sus asesores de invisibilizar a Xóchitl Gálvez al no llamarla por su nombre y solo referirse a ella como “la candidata del PRIAN”.
Esto más allá de ser irritante y reprochable, por pretender que no llamándola por su nombre, la gente no va a ubicar a Xóchitl como una mujer Xinchona, que está en donde está por méritos propios, y solo pretendiendo colocarla como una mera candidata de los partidos políticos de la Coalición Fuerza y Corazón por México, y asociándola con algo que paso hace muchos años y cuyos protagonistas ya no están ni en el PAN, ni el PRI, ni en el PRD, ahora están en Morena.
El concepto PRIAN, que es la contracción de las siglas del PRI y del PAN, nació a raíz de los acuerdos que en su momento hicieron estos dos partidos políticos durante el sexenio de Salinas y que le permitió a éste, llevar a cabo las reformas que se impulsaron durante su gobierno y que se tradujeron en las privatizaciones de varias paraestatales, muchas de las cuales fueron a parar a manos de los mismos empresarios que hoy asesoran y comparten los tamales de chipilín con López Obrador; Slim, Larrea; Salinas Pliego, Peralta, etc.
Ese PRIAN de antaño, impulsó la iniciativa de convertir las deudas de los bancos en deuda pública, lo que se conoce como FOBAPROA, con lo que se garantizó la liquidez del sistema bancario de nuestro país y con ello, el ahorro de miles de mexicanos, que pudieron haber perdido todo si se venían abajo los bancos.
En ese contexto, el PRD, exigió que se auditaran las deudas de los bancos para impedir que otros pasivos, que no tenían nada que ver con la operación de los bancos rescatados, fueran incluidos en el FOBAPROA, un abogado de nombre Arturo Zaldívar, litigó para que no fueran auditados esos fondos y con ello, contribuyó a que millones de pesos de deudas que nada tenían que ver con la defensa del ahorro de los mexicanos pasaran a ser deuda pública; así este abogado y su despacho se volvieron ricos, abogado que ahora desde la comodidad de ser Ministro en retiro de la Corte, sirve a López Obrador y a su candidata.
En 2005 ese viejo PRIAN fue quien impulsó la idea de descarrilar a un oponente político por la vía penal, desaforando al entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y quien operó ese asunto fue el entonces panista Manuel Espino, quien además era integrante de un grupo de extrema derecha y que hoy, es un funcionario más del Obradorato que apoya a la candidata de la continuidad.
En síntesis, el PRIAN representaba a los intereses de unos cuantos, y que sin importar si se violaba la ley o los derechos de los ciudadanos, imponía su voluntad, hoy en día esos intereses están siendo defendidos por Morena, o, dicho de otro modo, ese viejo PRIAN se volvió Morena.
Ahora dicho Movimiento busca se restablezca la presidencia omnipotente, para seguir imponiendo su voluntad a los otros poderes de la República; buscan transitar a un autoritarismo para hacer su voluntad sin que los ciudadanos puedan exigir el respeto a sus derechos, necesita que solo sea escuchada la voz del presidente y así imponer su narrativa, necesitan la opacidad para poder hacer con los recursos públicos, los negocios privados que benefician solo a unos cuantos.
El presidente gusta mucho de repetir que “tonto es aquel que piensa que el pueblo es tonto” y aunque su candidata se esfuerce por invisibilizar a Xóchitl y decir que es la candidata del PRIAN, la gente sabe que esos políticos están ahora en Morena.
Xóchitl Gálvez es la candidata de tres fuerzas políticas que han luchado por la democracia, que han creado instituciones y que están unidas juntos con la sociedad civil por la defensa de México, de sus instituciones y de la democracia.
* @ABrindizA Dra. en Administración Pública
@arturo_prida Lic. en Seguridad Pública