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jueves, septiembre 19, 2024

A dos plumas

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Ocurrencias, caprichos, victimización y desinformación, rasgos de este gobierno de la cuarta transformación

Amparo Brindiz Amador y Arturo Prida Romero*

Este gobierno de la cuarta transformación que inició en 2018 con la toma de protesta de López Obrador, ha estado marcado por muchos rasgos, pero nos enfocaremos en esta ocasión en cuatro de ellos: ocurrencias, caprichos, victimización y desinformación; rasgos propios de los gobiernos autoritarios.

Comencemos con la desinformación, que se ha difundido desde la inauguración de las conferencias mañaneras, donde astutamente el presidente de la República ideó y planificó estratégicamente su funcionamiento, invitando y dando la palabra solo a los medios de comunicación o más bien a los blogueros y youtubers de su preferencia, sabiendo que no iban a ser inquisidores de la verdad, ni lo iban a cuestionar y menos preguntar lo verdaderamente importante del acontecer nacional e internacional; y más bien funcionarían como detonadores de los temas que quiere tratar el presidente y no de legítimas preguntas de periodistas de verdad, que no permitirán ser utilizados para distraer la atención de los verdaderos problemas que afectan al país.

Esto ha sido hasta el día de hoy, desde las mañaneras se desinforma a la ciudadanía, ya que el presidente tiene “sus propios datos”, sus propias interpretaciones de los hechos, sus notas mal intencionadas y sesgadas, aunado a que ataca a todo actor, institución o medio que se atreva a contrariarlo. 

Hay que tener presente que las fakenews o noticias falsas, permiten la generación de campañas de desinformación con el objetivo de manipular el funcionamiento de uno de los pilares de la democracia, estas noticias aparentan ser legítimas, permitiendo que el receptor de la noticia falsa exacerbe prejuicios, sentimientos y creencias, dejando de lado la búsqueda de la verdad objetiva de los hechos ocurridos y quedándose con esa falsa apreciación de la realidad. 

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, las redes sociales, el internet, la inteligencia artificial, son el escenario propicio para que se desarrollen intencionalmente campañas de desinformación y se viralicen en cuestión de minutos, impactando en las decisiones y criterios de las personas, trayendo afectaciones en su ámbitos personal, político, social y económico. Es por ello, que este rasgo del gobierno de la cuarta transformación es muy preocupante, ya que, desde la mañanera, y del discurso del autoritario de Palacio, se manipula la verdad y por ende a la ciudadanía. 

Otras características de la cuarta transformación han sido los caprichos y ocurrencias presidenciales, que, desoyendo a sus funcionarios, funcionarias, asesores y asesoras, lleva a cabo acciones, obras, y toma decisiones salidas de un chispazo, en lugar, de la razón, de la planeación y desde una estrategia y visión de Estado.

Ejemplos de ello, fue la indignante y penosa escena que todos vimos del Presidente de la República y su gabinete, atascados en el lodo en la carretera hacia Acapulco, Guerrero, para disque ver las afectaciones que dejó el huracán Otis, donde se ejemplificó claramente la ocurrencia y la improvisación de un gobierno que no prevé, que no hace uso de la inteligencia, y de los medios con los que cuenta el Estado, para verdaderamente ayudar a las y los damnificados que en estos momentos requieren de un gobierno eficiente y eficaz.

Otro ejemplo de caprichos y ocurrencias han sido el querer que un Tren -el Tren Maya- que pase por su rancho allá en su estado natal, Tabasco, y por el sureste, sin importarle su inviabilidad, su costo, sus consecuencias sociales y ambientales; o querer solucionar el desabasto de medicamentos, que su gobierno agravó, con la construcción en el centro del país de una “super farmacia” que tenga todos los medicamentos del mundo; y que decir la primera y mayor ocurrencia de este sexenio, la cancelación de un aeropuerto que iba a sustituir al actual aeropuerto de la CDMX y que solo porque en el calor de la campaña prometió cancelar y que ya en el poder funcionarios de su gobierno le dieron argumentos de lo inviable que sería su cancelación, con tal de ser “consecuente” con sus ocurrencias y caprichos, lo canceló de un plumazo y lo justificó con la simulación de una supuesta consulta ciudadana.

La otra característica de López Obrador ha sido la victimización, rasgo que utiliza como estrategia de polarización, de resentimiento, de narrativa, y con una intención política-electoral. Es el presidente con mas poder en los últimos 30 años y, aun así, después de cinco años al frente del Ejecutivo, sigue siendo según él, la victima de la mafia del poder. 

Otro ejemplo de victimización es el ataque al Poder Judicial, quien por cumplir con su papel de garante de la Constitución es groseramente vilipendiado desde el poder y presentándolo como el malo de la película que quiere impedir la trasformación. Todo lo contrario, el Poder Judicial se ha convertido en nuestra última trinchera para defender la democracia que hemos construidos todas y todos los mexicanos y no solo López Obrador.

*@ABrindizA Dra. en Administración Pública@arturo_pridaLic. en Seguridad Pública

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