Servidores públicos que se cobijan bajo la impunidad, ante un Estado ausente
Por Amparo Brindiz & Arturo Prida*
Desde que llego Morena al gobierno en 2018, en este país ya no hay autoevaluaciones ni autocríticas, ni menos consecuencias políticas, administrativas y jurídicas ante las malas gestiones de algunos funcionarios públicos de este gobierno. No son llamados a cuentas ni hay reprenda alguna por desempeñar de mal manera sus funciones y obligaciones, en cambio, lo que sí hay, es el cinismo de dichos funcionarios al atreverse a buscar puesto de representación popular.
Es el caso de Hugo López Gatell, subsecretario de prevención y promoción de la salud, quien tuvo una pésima gestión frente a la pandemia de Covid-19, que dejó más de 334 mil[1] muertes y que ahora sin ningún llamado a cuentas y sin ninguna consecuencia, busca la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Gatell, que se ha pronunciado por consolidar el proyecto de la cuarta transformación con un enfoque humanista, de qué humanismo habla, cuando durante su gestión se mintió y ocultaron las cifras reales y las carencias reales del sector salud.
De qué humanismo habla, no creemos que de ese humanismo como movimiento filosófico surgido en Europa de los siglos XIV y XV, que se basó en la integración de ciertos valores y prácticas recuperados de la antigüedad clásica que se caracterizó por un pensamiento antropocéntrico, que colocaba al humano como eje de sus preocupaciones, motivaciones y deseos y donde la dignidad humana jugaba un papel central, porque, en el desempeño de su cargo ni el enfermo ni sus familias estuvieron al centro de atención, no se contó con la mayor transparencia, ni infraestructura.
Ante este contexto de cero evaluaciones en su paso como servidor público es que decimos que hay impunidad y ausencia de castigo ante sus delitos y omisiones.
En México de cada 100 delitos que se cometen, solo 6.4 se denuncian; de cada 100 delitos que se denuncian, solo 14 se resuelven. Esto quiere decir que la probabilidad de que un delito cometido sea resuelto en nuestro país es tan solo de 0.9%., la impunidad se convierte en el principal indicador del fracaso de la justicia.
La impunidad está presente en diferentes campos del quehacer público, siendo un problema en el sistema de justicia y de sus operadores, que son los encargados de establecer las responsabilidades penales, civiles y/o administrativas, derivadas de atentar contra la ley.
Ahora funcionarios como Gatell buscan obtener fuero para no ser susceptibles de sanciones por su mala gestión. Fuero que creen les dará privilegios o exenciones jurídicas. Fuero que el mismo López Obrador se ha cansado de decirnos que ya no existe.
Gatell no es un humanista y mucho menos el gran científico que nos han hecho creer, es uno más, de los cientos de funcionarios de la 4T que cumplen con la máxima del Obradorato, 10% de conocimientos 90% de lealtad. Solo así podríamos entender sus zalameras expresiones sobre la superioridad moral del presidente y que este hecho lo protegería del contagio; o las lamentables declaraciones sobre la supuesta participación de los niños con cáncer, que carecen de medicinas para su tratamiento, en un oscuro complot de la “derecha internacional” contra el presidente.
La ineptitud es una de las características de la actual administración, que pretende solucionar los problemas que aquejan al país a golpe de mañaneras y frases de relumbrón. Pere en el caso del “Dr. Muerte” su torpeza le costó a miles de mexicanos, que pudieron evitar el contagio y su fallecimiento, si las autoridades sanitarias hubieran actuado con 100% de conocimientos y 0% de abyección al caudillo.
* | @amparobrindiz | Dra. en Administración Pública |
@arturo_prida | Lic. en Seguridad Pública |
[1] Datos oficiales tomados de la página electrónica: https://datos.covid-19.conacyt.mx/